
No es la primera vez que una época de disrupción en las tasas de interés deja muertos en el closet. Durante la década de los noventas, bancos, casas de bolsa de nuestro país apostaron por inversiones de sus tesorerías que los dejaron en serios problemas. Después, los famosos créditos cruzados agudizaron la crisis que tuvo como resultado el rescate del Fobaproa que, por cierto, seguimos pagando. Ahora, después de la pandemia, del histórico incremento de las tasas de interés, tenemos varias alertas: el incumplimiento ante sus inversionistas de las llamadas Sofipos que, en muchos casos, protagonizaron una guerra de tasas de interés ofreciendo rendimientos anuales hasta de 16%, muy por encima de las tasas que paga un acreedor de primer nivel como el gobierno federal. El caso más reciente de una intermediaria regulada que, hasta ahora, no ha podido responder a sus inversionistas, es CAME, cuyos accionistas y responsables de su administración celebraron su asamblea luego de que la CNBV intervino y suspendió sus operaciones apenas la semana pasada. La gran pregunta es si el gobierno, a través de la SHCP, tendrá que aportar recursos para rescatar a los ahorradores de CAME, que suman más de un millón. La otra pregunta es cuántos intermediarios más están en problemas.
La Junta de Gobierno de la CNBV acordó en días recientes la intervención con carácter de gerencia a CAME y ya suspendió sus operaciones para proteger los intereses de los ahorradores.
De acuerdo con información a la que Revista Fortuna tuvo acceso, la decisión se tomó tras conocerse un informe del área de supervisión que reportó una pérdida de capital importante, que ubicó a CAME en la categoría 4 del Índice de Capitalización, incumpliendo la Ley de Ahorro y Crédito Popular. Además, desde el 21 de mayo se había notificado el inicio del procedimiento de revocación por no cumplir con los requerimientos de capitalización frente a riesgos de crédito y de mercado.
Dios es redondo, confirmado
A través de una coproducción, TelevisaUnivision y DAZN llevan a millones de hogares las transmisiones en español de la Copa Mundial de Clubes de la FIFA.
La calidad de los comentaristas, de acuerdo con la afición, ha sido clave para potenciar el alcance de la cobertura.
Con esta alianza, será un gran verano futbolero como preámbulo a la Copa Mundial del Fútbol que se realizará en los estadios de México, Estados Unidos y Canadá.
Se trata de uno de los eventos deportivos más importantes de la década que llega, además, en un momento clave para apelar por la integración de la región.
Nunca como ahora y, más allá del negocio que representa la transmisión de los partidos y el posicionamiento de las marcas, resulta clave el papel de los patrocinadores, tales como Coca-Cola que, como diría el icónico billonario Warren Buffet, son de esos corporativos que sobreviven y se imponen ante las olas de cambios tecnológicos y económicos. A Buffet le gustan los medios de comunicación, los negocios con alta generación de flujo de efectivo, los negocios vinculados con el futuro y el consumo. Por ello ha criticado la exuberancia a veces irracional que han generado los múltiplos de los imperios de los tecnofeudalistas como los llama Yanis Varoufakis. En fin, que rueda el balón y el espíritu de la Copa Mundial de Fútbol mientras el gobierno de Donald Trump suspendió redadas y entendió que el mundo y el fútbol no pueden detenerse. En varios estadios de la Unión Americana tuvieron lugar encuentros futbolísticos que fueron transmitidos por TelevisaUnivision y DAZN integrando a una de las audiencias más importantes del planeta.