Opinión

El robaleo y el Catecismo morenista

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, da un discurso ante los medios de comunicación.
El presidente Felipe Calderón y su entonces jefe de Seguridad Pública, Genaro García Luna El presidente Felipe Calderón y su entonces jefe de Seguridad Pública, Genaro García Luna (EFE)

No suelo referirme a los textos de otros periodistas, pero hoy he caído en el impulso de comentar algunas líneas de un escritor “de cuyo nombre no quiero acordarme”, porque lo considero un ejemplo del periodismo “robalero” con el cual algunos pretenden ejercer el su morenismo crítico.

En la política mexicana “robalear” es un neologismo para describir el acomodo mediante el viejo recurso de quedar bien con todos o al menos intentarlo. Simular, pues.

De acuerdo con el Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentable (17 de enero de 2023) el robalo es un pez maravilloso “ya que las especies Centropomis undecimalis y Centropomis viridis, principalmente, han demostrado su capacidad para crecer en agua dulce, salobre y marina”.

O sea, cualquiera cosa les da igual para nadar en todas las corrientes.

Así pues en el texto mencionado se dice:

“…Y aunque menos importante, lo de Adán Augusto podría tener un efecto secundario que habría que agradecer. Tendría que obligar a Morena a dejar de machacar con lo de Calderón y su esbirro Genaro García Luna. No se puede mantener esa cantaleta sin asumir la responsabilidad personal del ex secretario de Gobernación en lo de Tabasco. La 4T tiene logros y aspiraciones legítimas en las que confiar para no tener que seguir recurriendo a lo que hizo o no hizo un presidente mediocre hace ya trece años. Lo que sigue es cambiar el futuro, no mantenerse enganchados en el pasado”.

El aparente acento crítico no tiene ninguna intención más allá de quedar bien con el gobierno. García Luna es un esbirro de FCH; ¿Bermúdez no? No; es una oportunidad augusta para dejar de lado una cantaleta ahora convertida en bumerán.

Exaltar los logros y aspiraciones legítimas del partido en el poder es una forma de matizar cualquier asomo crítico por feble como sea y decir estoy de acuerdo, pero permítanme tantito. Me comprometo con el todo, pero rasguño una partecita.

En fin. El robaleo.

La similitud con el caso de Calderón y GL consiste en la simulación, la hipocresía, la actitud de sorpresa de un hombre cuyos cargos (seguridad nacional, inteligencia, conocimientos de toda clase, contactos, relaciones y demás privilegios) no le permiten ni un adarme de ingenuidad o ignorancia. Igualitos. Y obviamente la protección de sus cofrades.

Por eso, a la luz de tanta mentira, tanta falsedad, vale la pena seguir con los contrastantes cien puntos de la fraseología doctrinaria de Morena expuestos en su cuarta parte ayer en estas páginas. Una belleza entre la galleta de la fortuna y la autoayuda del proletariado:

25. No odiamos. No tenemos enemigos sino adversarios. Nuestro fuerte no es la venganza, sino la justicia.

26. Cuando el pueblo decide ser dueño y constructor de su propio destino, no hay nada ni nadie que pueda impedirlo.

27. Un dirigente puede poner en riesgo su vida, pero no tiene el derecho de poner en riesgo la vida de los demás.

28. No debe angustiarnos ni detenernos el “qué dirán” de nuestros adversarios. Lo más importante es sentirnos bien con nosotros mismos, con nuestras conciencias y con el prójimo.

29. La fórmula es luchar, resistir, no claudicar, avanzar, caer y levantarse, recomenzar y así, hasta la victoria final.

30. La vida de una luchadora o de un luchador social o de una o un dirigente político es una prueba permanente. Lo extraordinario es luchar y ser consecuente toda la vida.

31. La transformación de México no depende de una sola persona, sino de la participación de mujeres y hombres que deciden tomar el destino del país en sus manos.

32. La libertad no se implora, se conquista.

33. Cuando cambia la mentalidad del pueblo, cambia todo.

34. Luchamos por una revolución pacífica, por una revolución de las conciencias.

35. Defendemos la tierra y todo lo que hay en ella: su agua, sus flores, su fauna, sus árboles, sus piedras, sus cerros, sus cantos, sus llantos, sus vestigios y sus muertos.

36. Somos y seremos respetuosos de los pueblos originarios, sus lenguas, sus usos y costumbres y su derecho a la autodeterminación y a la preservación de sus territorios.

37. No mentir, no robar y no traicionar al pueblo.

38. La política es un asunto de todas y de todos.

39. Los compromisos se cumplen.

40. En caso de duda, siempre hay que consultarle al pueblo, porque el pueblo se equivoca menos que los políticos.

41. La prensa se regula con la prensa.

42. Quienes nos dedicamos al noble oficio de la política, tenemos que actuar poniendo por delante los ideales, los principios y debemos profesar un profundo amor al pueblo.

43. La meta última de la política es lograr el amor y hacer el bien, porque en ello está la verdadera felicidad.

44. La política es tiempos y circunstancias.

45. Quienes luchamos por una transformación que servirá a varias generaciones debemos aprender a medir el tiempo de un modo distinto.

46. La política es optar entre inconvenientes.

47. La política es pensamiento, pero fundamentalmente es acción transformadora y revolucionaria.

48. La política es fortuna, virtud y suerte.

49. Una enseñanza básica para los jóvenes que quieren hacer política de la buena, no politiquería para «colarse», es que nunca deben dejar de convivir con el pueblo ni de recoger sus sentimientos.

50. La auténtica política es tan limpia que ni los más sucios políticos la han podido manchar.

51. El ejercicio del poder solo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás.

52. El poder debe ser ejercido con humildad.

53. No luchamos por deseo de poder, sino por ideales y por principios.

54. Se puede ir avanzando y obteniendo victorias parciales al mismo tiempo que se van creando las condiciones para alcanzar el triunfo de la justicia sobre el poder.

55. Somos partidarios del principio de mandar obedeciendo.

56. El pueblo pone, el pueblo quita.

57. Tonto es el que cree que el pueblo es tonto.

58. Se debe tener cuidado con el poder porque atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos.

59. Nos mueve el amor al prójimo, no la ambición al dinero o la parafernalia del poder.

60. La democracia se compone de dos partes: demos es pueblo, krátos es poder; la democracia es el poder del pueblo. Lo que quieren los oligarcas es krátos sin demos, poder sin pueblo.

61. Lo importante son los encargos, no los cargos.

62. Los servidores públicos de Morena se deben al pueblo y deben ser leales a él. Deben escuchar sus anhelos y atender sus reclamos.

63. Prohibido prohibir.

64. Con el pueblo todo, sin el pueblo nada.

65. No puede haber gobierno rico con pueblo pobre.

66. Para poder gobernar hay que tener autoridad moral.

67. La vida pública debe ser cada vez más pública.

68. La austeridad no es un asunto administrativo, sino de principios.

69. La regla de oro de la democracia es la transparencia.

70. La honestidad es la mayor riqueza de las naciones. Debemos elevarla a rango supremo y convertirla en forma de vida y de gobierno.

Los otros 30 puntos de esta especie de Libro Rojo sin Mao, se los daré el domingo con algunos comentarios.

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