Opinión

El teleférico más largo del mundo se construirá en la CDMX

Teleférico (Presidencia)

Con gran orgullo, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció la construcción de la Línea 4 del Cablebús, que conectará las zonas altas de Tlalpan con Ciudad Universitaria. Con una longitud de 11.4 kilómetros, será el teleférico urbano más extenso del mundo. Esta línea atravesará una geografía desigual —desde Pedregal de San Nicolás hasta Ciudad Universitaria— y busca transformar radicalmente la forma en que miles de personas se desplazan diariamente.Este proyecto fortalece la integración urbana al dignificar el transporte público, generando una percepción de mayor seguridad, orgullo comunitario y cohesión social. Impulsa también el sentido de pertenencia y la recuperación del espacio público.Las estaciones contempladas son:Universidad, Cantera, Perisur, Mercado Hidalgo, Reforma, Parque Morelos, Cultura Maya y Pedregal de San Nicolás.Este trayecto reducirá a casi la mitad el tiempo de traslado en una de las rutas más congestionadas del sur de la ciudad, que actualmente puede tomar hasta dos horas por tierra. Con el Cablebús, el trayecto desde las laderas del Ajusco hasta la zona universitaria podrá realizarse en menos de 45 minutos.El Cablebús ha sido una herramienta eficaz para mejorar la conectividad en zonas históricamente excluidas. Las líneas anteriores —en Cuautepec, Iztapalapa y Santa Fe— demostraron que un teleférico no solo transporta: reorganiza prioridades urbanas. La Línea 4 continúa en esta lógica, extendiendo la red hacia el sur profundo, donde el transporte tradicional resulta insuficiente o inaccesible.A diferencia de otros sistemas similares en América Latina, como el Metrocable de Medellín o el Mi Teleférico de La Paz, el Cablebús de la Ciudad de México se ha desarrollado exclusivamente con financiamiento público, sin esquemas de concesión ni asociaciones privadas. Esto garantiza su operación como un bien colectivo, pensado para atender necesidades sociales, no demandas del mercado.La nueva línea, la más larga de todas las existentes, marcará un referente internacional, no solo por su tamaño, sino por el contexto en el que se implementa: zonas con alta densidad, pendientes pronunciadas y acceso desigual a servicios básicos.El impacto será inmediato para quienes lo utilicen. Quienes viven en los barrios altos del sur podrán descender con rapidez y certeza a sus actividades laborales, escolares o médicas. En un entorno donde los trayectos largos limitan el acceso a oportunidades, la movilidad se convierte en una forma concreta de redistribución.Que una joven o un joven de las zonas altas de Tlalpan llegue a Ciudad Universitaria en menos de una hora significa más que eficiencia: implica acceso a un derecho. Además, un teleférico silencioso, eléctrico y no contaminante contribuye a reducir la exposición a emisiones en zonas vulnerables.Este proyecto no viene solo. Se anunció también la adquisición de más de 500 nuevas unidades de RTP, la ampliación del Tren Ligero, la rehabilitación de banquetas, paraderos, y una nueva expansión del sistema Ecobici. Todo forma parte de un modelo integral de movilidad que apuesta por sistemas complementarios, sostenibles y públicos.La prioridad ya no está en los vehículos particulares, sino en garantizar condiciones dignas para el traslado peatonal, ciclista y colectivo.La movilidad, entendida como derecho y no como privilegio, redefine la relación de los habitantes con la ciudad. No se trata únicamente de moverse, sino de habitarla con igualdad. Cuando quienes históricamente han vivido al margen pueden recorrer el territorio en condiciones similares al resto, se construye un nuevo pacto urbano.Lo que antes era aislamiento, ahora es posibilidad.Desde las alturas, el Cablebús ofrece una nueva mirada del territorio.No solo une puntos en el mapa: restituye conexiones sociales, económicas y simbólicas.Este proyecto no es un gesto de modernización técnica, sino una declaración política sobre el futuro de la ciudad: equitativo, sustentable y bien conectado.

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