
Importantes sin duda los datos dados a conocer, la semana pasada por el INEGI, sobre la pobreza clasificada como multidimensional, que arrojan una disminución de 8.3 millones de pobres en los últimos dos años. Esta información es la primera vez que el INEGI la da a conocer, tras absorber las funciones del extinto CONEVAL, que era una organismo independiente al gobierno, ahora el que hace la medición es juez y parte.
Según datos del INEGI, al cierre del 2024, 38.5 millones de mexicanos estaban en pobreza, el equivalente al 29.6% de la población, esto implicó un descenso de 8.3 millones, dato que arroja la medición multidimensional de la pobreza.
También en lo relativo a la pobreza extrema se observaron datos positivos al disminuir desde los dos últimos años de 9.1 millones a 7 millones de pobres extremos. A pesar de que se trata de logros importantes el camino del abatimiento total de la pobreza extrema como lo logró Chile, el país andino, aún tiene largos trechos por recorrer. Y es que en lo relativo a carencias sociales, que afectan a población vulnerable la cifra ascendió a 41.9 millones contra 37.9 millones en el año 2022. La carencia más importante para los mexicanos es la relativa a la Seguridad Social, ya que las cifras arrojadas por el INEGI dan cuenta de 62.7 % de mexicanos sin esa prestación tan destacada en el pasado año 2024.
Los avances son innegables y el reto ahora para detonar un desarrollo que en verdad otorgue empleos bien remunerados, es acelerar el desarrollo con el establecimiento de nuevas empresas e inversiones.
De que se puede lograr, no hay duda, ahí están estados del norte como Nuevo León, Baja California y Coahuila, cuyos índices de pobreza son comparables con algunos de los países nórdicos o con Francia y Alemania porque han implementado soluciones estructurales con base en el crecimiento económico y la apertura de nuevos centros de trabajo.
Uno de los elementos que se ha demostrado impulsan mayormente el desarrollo es la educación, la vivienda y servicios básicos como el agua, la seguridad y las telecomunicaciones.
El gobierno de la doctora Sheinbaum lo sabe y por ello lanzó el Plan México como eficaz instrumento del desarrollo, perosiempre y cuando se cumpla porque en el pasado fuimos testigos de varios planes de inversión dados a conocer con bombo y platillo y nunca vimos realizaciones concretas.
El momento que hoy vive México es estratégico y coyuntural, la próxima revisión del T-MEC, los temas arancelarios, la relación accidentada con China por las presiones de Trump, y otros factores que representan riesgos y oportunidades históricas irrepetibles, deben verse como espacios donde el sector privado y el público podrán implementar estrategias y políticas que nos sitúen en ventaja competitiva frente a otros mercados que están resultando más afectados por las políticas económicas depredadoras,impulsadas desde la Casa Blanca.
Los pasos logrados para que México se consolide como la economía número 13 del mundo han sido certeros y la clave está en continuar con el trabajo para sacar de la pobreza a cada vez más mexicanos. El aumento del 120% al salario mínimo en los últimos cuatro años ha sido un factor esencial para aumentar el poder adquisitivo de los mexicanos y con él se ha fortalecido el mercado interno.
Un hecho que no puede soslayarse es que la transferencia de programas sociales ha jugado un papel relevante en la disminución de la pobreza, a pesar de lo cual existen rezagos en salud y educación. Hace dos años había en el país poco más de 24 millones de personas con rezago educativo, el equivalente al 18% de la población. En el 2018 el 23.5% de la población estaba en rezago en salud y educación, es decir 724 mil mexicanos menos en rezago que en el 2024; sin embargo, en el grueso de los datos la mejoría se mantieneaun cuando en el tema de carencias sociales exista un atrasosignificativo.
@fer_martinezg