Opinión

Las mentiras: ofensa para la inteligencia y esperanza para la ignorancia

En lo personal me gusta comentar las leyes cuando ya se publicaron, a fin de dar cuenta de la forma exacta en que quedaron plasmadas en letra impresa y no con el romanticismo que se les suele imprimir para empujarlas. Dado lo anterior, el asunto sobre los animales de compañía en un trámite de divorcio, aprobado el pasado lunes, lo dejaré para más adelante y, por lo tanto, me queda parte de esta introducción para recordar a doña Alicia Bárcena, Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que antes de perseguir la silla principal de la ONU cumpla con restablecer los trabajos de la controvertida modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM 135-SEMARNAT-2004, referente a la regulación para la captura, investigación, manejo, manutención y transporte de mamíferos marinos, en concordancia con la reciente aprobación de la legislación que prohíbe muchas de las prácticas descritas en ese ordenamiento. Y lo anterior, sin omitir lo que de entrada debió manejar con prioridad, transparencia, eficacia y eficiencia, como es la terrorífica condición de la vaquita marina, marsopa ENDÉMICA del alto Golfo de California, MÉXICO, en constante amenaza por la pesca ILEGAL de la totoaba. ¿Algo qué informar o… me perdí de sus acciones al respecto?

Animalidades

Y ya sobre el tema comprometido la semana pasada, permítaseme empezar exponiendo el contexto del asunto que me provoca agrios reclamos hacia Mauricio Kuri, gobernador morenoempanizado de Querétaro, solicitándole de inicio ser más creativo y menos embustero, ya que de lo contrario está quedando del nabo tanto en lo relativo al Zoológico Wameru como con el caso que abordo en este texto. Y es que resulta que hace justo un año, un aldeano de nombre Casimiro, oriundo del municipio de Cadereyta de Montes, Qro., prendió fuego a una burrita que cometió la gravísima falta de introducirse a su predio, prácticamente con entrada libre, para alimentarse de los restos de cáscaras de elote y otras porquerías detectadas en ese suelo terroso, provocando la ira del fulano que de inmediato roció con gasolina la manita izquierda de la criatura para posteriormente prenderle fuego a todo su cuerpo. A razón de tan abusiva agresión, OLIVIA-OLI (como decidieron llamarla sus rescatistas; primero la gente de Fundación Toby y posteriormente las chicas que comandan Seres Libres), terminó perdiendo parte de la manita mayormente afectada, no sin sufrir los espantosos dolores que provoca cualquier quemadura. Pese al esfuerzo por sacarla adelante, lo que incluyó su internamiento en hospital especializado donde fue de primera su atención médico-veterinaria, en marzo pasado la burrita murió. Para esto, sépase que se tenía perfectamente ubicado al agresor e interpuesta la demanda correspondiente en la Fiscalía estatal, pero sin que se hiciera nada por hacer plena justicia a la chiquita, motivo por el que Elizabeth Soto y Renata Valencia, de Seres Libres, se fueron bruscamente a la yugular del gobernador exigiéndole que cumpliera su palabra en lo tocante al caso, peeeero…

De repente esas mismas fúricas chicas capitalinas aparecieron tan panchas y sonrientes junto a Kuri, que a fin de cuentas político, no sólo las halagó y presumió públicamente en sus RR. SS., sino que como complemento al control de daños les puso sobre la mesa la factibilidad de redondear y ampliar la iniciativa que estaba preparando para una nueva (supongo) ley de protección a los animales, que para mayor conveniencia decidió denominar complacientemente “Ley OLI”. Ello, cuando como vil hipócrita no sólo contaba con una ley de la materia vigente sino hasta con el Código Penal de su Estado, normatividades que le hubieran permitido promover castigo ejemplar al agresor de esa inocente. Andaba yo furiosa con eso, cuando vine a enterarme por el Diario de Querétaro que la justicia para OLI no había llegado -pese a la cantidad de famosos que por medio de video exigieron la misma- porque el asunto había tenido un “arreglo” diferente, al optarse por otorgarle al fulano este pasado abril, lo que jurídicamente se conoce como una “suspensión condicional”, partiendo de que a petición de la defensa y al no haberse dado oposición por parte de la Fiscalía ni de quienes fueron entendidas como víctimas indirectas, tal recurso procedió como salida alternativa, misma que incluye entre otras leves medidas la obligación al imputado de pagar con moneda la “reparación del daño”. Me quedé estupefacta. Quien entienda el dolor físico, mental y emocional que padecen las víctimas silenciadas que siempre terminan siendo los animales no humanos, entenderá perfecto mis puntos suspensivos.

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