
¿Pues cuántos son? Si ya detuvieron a 13 por el doble asesinato en calzada de Tlalpan y todavía faltan más, entre ellos el tirador y los autores intelectuales, ¿cuántas personas integran la tribu criminal que opera en la CDMX y el Edomex? ¿Cuánto tiempo llevan delinquiendo? ¿En qué otros delitos están implicados? ¿Cuántas tribus similares hay?
El doble asesinato de calzada Tlalpan de personas del primer círculo de trabajo y de afecto de la jefa de Gobierno de la CDMX, Clara Brugada, es el principal desafío a la autoridad en décadas en la capital del país. Un caso complejo sin duda. Tuvieron que pasar tres meses para lograr las primeras capturas.
El operativo de las autoridades para hacer los cateos conjuntos y detener a 13 personas muestra profesionalismo y determinación. No se regatea un amplio reconocimiento a los que participaron. La Fiscalía capitalina y la secretaria de Seguridad local estaban en deuda con la ciudadanía, pero ya se están poniendo a mano. Si el caso termina por esclarecerse tanto Bertha Alcalde como Pablo Vázquez podrán seguir en sus cargos con expectativas legítimas de seguir creciendo. La condición es llegar alfondo del asunto.
La impunidad no es una fatalidad, nada de eso, es una decisión muchas veces colectiva para evitar que la verdad se sepa. El caso Ayotzinapa es el ejemplo más nítido. La verdad no se sabe porque hay gente poderosa interesada en que se mantenga oculta, gente con más poder que los servidores públicos que sí quieren dar a conocer lo que pasó. Ojalá que el doble asesinato de calzada de Tlalpan no caiga en ese casillero. Hay una diferencia significativa. En ese caso las personas más poderosas del país, Claudia Sheinbaum y Omar García Harfuch, sí quieren conocer la verdad y que los responsables se atengan a las consecuencias de sus actos. Ellos, hablo de Claudia y Omar, tienen el poder del Estado mexicano, las fuerzas armadas, los centros de inteligencia, los contactos internacionales. No pueden fallar.
Una persona o varias personas decidieron golpear el corazón del gobierno capitalino con un hecho contundente, irreversible, matar a dos de los colaboradores más cercanos de la jefa de Gobierno. Prepararon con cuidado el operativo para matarlos juntos, en un lugar público, a la vista de todos, con alevosía y ventaja. La voluntad política de Clara Brugada de destapar la cloaca, aunque muchos resulten salpicados, es lo que conducirá al esclarecimiento total del evento. Las víctimas, Ximena y José, sus familiares y amigos y la ciudad en su conjunto merecen reparar en lo posible el daño. ¿Cómo puede hacerse? Encarcelando a los responsables, ni más ni menos.
Sin el tirador ni los autores intelectuales detenidos todavía no hay justicia, eso debe quedar claro. Como suele ocurrir en la mafia, el autor material puede estar hoy mismo en el infierno, eliminado por los mismos que lo contrataron, pero los autores intelectuales andan por ahí, pensando que se saldrán con la suya. Si tomaron la decisión de disparar es que tienen confianza en que su propio poder los librará de las consecuencias. No son suicidas, son mafiosos vinculados al poder que por alguna decisión del gobierno capitalino perdieron dinero y poder y en respuesta quisieron ajustar cuentas. Por lo que se ve contrataron los servicios de una tribu criminal que incluye sicarios con entrenamiento paramilitar.Hay que subrayar que la voluntad política es el único antídoto conocido contra la impunidad. La impunidadno es una fatalidad, es resultado de decisiones de gente de poder para que la verdad no se sepa. A eso nos enfrentamos.