Opinión

Hermano menor; pariente pobre

El político sonríe a la multitud
Pío López Obrador Pío López Obrador (Cuartoscuro)

Debe ser espantoso mirar el espejo y ver al mediocre cuya historia no soporta los fulgores esplendorosos del hermano. Vivir bajo su ala, comer de su migaja. No importan las edades, importa la estatura. Ser hermano de Andrés López y meterse a la política es como si un hermano de Maradona jugara fútbol.

En la historia Caín resolvió el problema familiar, aunque hay familias donde la palabra Caín (matador de su hermano), suena horrorosa y acarrea malos recuerdos, por tanto, no debe asociarse con ellos de ninguna manera.

Pío López Obrador ha vivido --al menos en sus chambitas del sector público-- a la sombra displicente de su hermano el ilustre quien --sin meter las manos--, le acaba de hacer un gran favor: su exoneración en el Instituto Nacional Electoral --cuya desfachatez sólo tiene par con el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación--, por los evidentes, conocidos y añejos delitos de recaudación no declarada en favor de un partido político, en este caso el de su hermano.

El origen de ese dinero sólo lo conocen él y el emisario, el siempre parlanchín ex Coordinador de Protección Civil, David León Romero (rollero), quien, a pesar de la ahora declarada inocencia del guarda lana, fue separado del cargo sin conocerse hasta la fecha dónde presta ahora sus servicios profesionales. Al parecer no se la dieron ni de cartero.

--¿Y por qué?, si no hizo nada malo, según el INE de San Judas Tadei.

“No hay fichas de depósito de ese recurso, no hay documentos”, dicen, como si ante la evidencia de un asesinato callejero, se le exigiera al asesino la factura de la pistola, el tipo de sangre del cadáver y el acta de defunción para probar el crimen.

Un recorte de la época nos dice:

“El 21 de agosto de 2020, unas horas después de que se difundiera el video en el que David León, en ese momento coordinador de Protección Civil del gobierno federal, entregaba dinero a su hermano Pío López Obrador, el presidente reconoció que ese dinero era para “ayudar al movimiento”, aunque descartó que se tratara de un acto ilegal.

“La noche anterior, el periodista Carlos Loret de Mola presentó dos videos en los que se veía a Pío López Obrador recibir bolsas repletas de dinero en efectivo; en una, David León le decía que le entregaba “uno”, en referencia un millón de pesos, y que después le entregaría otro”.

Una vez conocida la maniobra de limpieza del dinero sucio en el INE, la señora presidenta, con “A”, simplemente dijo con visible frialdad: eso ya lo decidió quien lo debía decidir y no hay comentario alguno. Y a otra cosa.

Por lo pronto ya tenemos una muestra más de cómo la Cuarta Transformación se protege por todas las esquinas. Ante otra evidencia vergonzosa: el uso de acordeones con la consecuente y flagrante inducción al voto hasta consumar un fraude electoral mayúsculo en la selección de jueces, magistrados y ministros, el tribunal les entrega el cutis y una bendición.

A este desaseo (marranadas les diría alguien con mejor prosa), se abre una etapa dizque de consultas y participación de los partidos sin poder ante la expectativa de una Reforma Electoral desde la presidencia con la única intención de consolidar, ampliar, extender y confirmar el poder de Morena: nada más.

Ah, pero van a ir muy ordenaditos a Bucareli a tomar cada quien su ración de atolito cuya dosis, les será distribuida por Rosa Icela con su dedito. Si resiste, apoya.

GENARO

Mal hacen quienes critican la embajada de Genaro Lozano. Se trata de un politólogo, catedrático y además, analista consumado y probado. Además, alguien cuya vida pública y privada, transita, hasta ahora, por el camino recto.

A lo mejor le tienen envidia, pero sus críticos, gracias al apoyo cuatroteísta y LGT… etc, no le saben ni a Meloni.

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