
La violencia contra mujeres y niñas en la Ciudad de México sigue siendo una de las problemáticas más graves y persistentes. Las cifras son contundentes: tan solo en 2024 se registraron más de 28 mil llamadas de emergencia relacionadas con violencia familiar y cerca de dos mil incidentes de violación. Aunque los feminicidios han mostrado una tendencia a la baja: 42 casos en 2024 frente a 24 en lo que va de 2025, la realidad es que miles de mujeres continúan enfrentando situaciones de riesgo cada día.
Este panorama obliga a hablar no solo de los números, sino de las respuestas institucionales. La Declaratoria de Alerta por Violencia contra las Mujeres, vigente en la capital desde 2019, no es un mero protocolo administrativo: se ha convertido en un compromiso permanente del Estado con sus ciudadanas. Clara Brugada, actual Jefa de Gobierno, lo resumió en una frase: “Nunca más una mujer en esta ciudad estará sola enfrentando la violencia”.
En días recientes, la mandataria presentó 15 acciones que buscan reforzar esa declaratoria y ampliar su alcance. Entre ellas destacan la creación de la Policía de Género, que contará con 73 patrullas y 438 elementos especializados; la conformación de juzgados mixtos en violencia de género; y la apertura de una Agencia Especializada en Casos de Violación Reciente, con el objetivo de evitar la revictimización y acelerar la justicia.
El gobierno capitalino también ha puesto énfasis en la protección a víctimas: programas de apoyo económico para niñas, niños y adolescentes en situación de orfandad por feminicidio; la creación de una Defensoría de las Mujeres que sustituye y amplía el programa de Abogadas de las Mujeres; y la implementación de protocolos que aseguren que menores huérfanos no queden bajo custodia de las familias de los agresores.
No se trata únicamente de atender la emergencia, sino de cambiar la cultura. Las campañas de educación en sexualidad para adolescentes, la regulación de hoteles para prevenir delitos de género y el fortalecimiento del Banco de ADN, son piezas de una estrategia más amplia que busca cerrar espacios de impunidad y sentar las bases de una ciudad más segura y justa.
Penosamente nueve de cada diez agresiones en México no son denunciadas, lo que refleja la desconfianza en las instituciones y el miedo de las víctimas. Sin embargo, los avances registrados en la capital -como el aumento de casos judicializados de violencia sexual de 191 en 2024 a 228 en 2025- muestran que es posible revertir esa tendencia con una acción coordinada entre gobierno, Fiscalía y sociedad.
La violencia de género no se resuelve de un día para otro. Pero la Ciudad de México está demostrando que, con políticas públicas sólidas, recursos asignados y voluntad política, se pueden abrir caminos hacia la justicia y la igualdad. En palabras de la propia Jefa de Gobierno: decir “ni una menos” no es una consigna, es una obligación del Estado; esperemos sea así.
Por cierto:
1. ALERTA. En la IP capitalina crece la preocupación: más de 600 bodegas chinas operan en el Centro Histórico, desplomando hasta 60% las ventas del comercio tradicional. La CANACO CDMX exige revisar usos de suelo y frenar la invasión que ya pone en riesgo no solo la economía local, sino la seguridad misma de la zona.
2. CAMBIO. Con el arranque del periodo ordinario de sesiones el próximo 1 de septiembre, en el Congreso de la CDMX también habrá relevo en la Mesa Directiva. Esta vez la presidencia recaerá en el Partido Verde Ecologista de México, por lo que todo apunta a que será Jesús “Chucho” Sesma quien tome el timón del Congreso capitalino.
Vivo la noticia, para contarle la historia
@juanmapregunta