
Ayer la foto del día fue de dos políticos profesionales, Marco Rubio y Claudia Sheinbaum, sonriendo a la cámara, dándose un apretón de manos que emana camaradería. Al fondo, una mesa con dos banderitas, una de México y otra de Estados Unidos.
Se puede decir que fue una simple reunión, pero la verdad es que conseguir esa foto ha costado muchísimo trabajo. Puede considerarse como un gran logro de la gestión del canciller Juan Ramón de la Fuente.
El encuentro está antecedido por cinco llamadas telefónicas y un encuentro personal con De la Fuente, en Washington, recién arrancada la nueva administración estadounidense, lo que ha permitido a ambos construir una relación fluida, basada en el respeto mutuo, que rinde frutos.
La foto muestra que México tiene razón y que, en materia de seguridad, la cooperación da mejores resultados que las aventuras unilaterales.
A pesar de asperezas y amenazas, se firmó un acuerdo para institucionalizar la cooperación y hacer más eficiente la lucha contra el narco.
La visita de Marco Rubio, en un contexto de alta tensión, fue prueba superada.
El nepotismo, sin embargo se mueve
Contra lo que algunos ingenuos pensaban, el nepotismo como práctica política goza de cabal de salud. Aspirantes a puestos que ocupan consanguíneos no se arredran y pelearán hasta el final porque la verdad es que no tienen nada qué perder. Candidatos de Morena no serán, pero hay otras opciones. En la propia alianza gobernante están PT y Partido Verde que no ven con malos ojos lanzarse a la aventura.
En Zacatecas, Saúl Monreal ya dijo que sí competirá en la elección del 2027. Saúl denunció una campaña en su contra que por lo visto no lo intimida. En Guerrero, mientras tanto, a cada rato se publican encuestas en las que Félix Salgado, el Toro sin Cerca, conserva una cómoda ventaja sobre el resto de los aspirantes de Morena, de manera que parece un triunfo seguro para cualquier partido que lo apoye. Allá hay voces discordantes que aseguran que Félix manda a hacer encuestas a modo. No sería el primer político que lo hace.
El asunto es que el nepotismo, que parecía muerto, sin embargo se mueve.
Baches políticos
El tema de los baches en la CDMX ya es también asunto de jaloneos políticos.
No solo es un tema de servicios públicos y molestias para quien conduce un vehículo, sino que da material a la oposición para exigir cuentas al gobierno. La gota que derramó el vaso fue el percance que sufrieron un par de atletas en sillas de ruedas a causa de un bache que terminó siendo una coladera mal colocada.
El caso es que la volcadura puso el tema de los baches en la mira. Claro que las lluvias no han dado tregua, pero el programa contra el bacheo tiene que aterrizar en las avenidas y calles de la capital que están en malas condiciones para circular.
La oposición detectó la molestia y le quiere sacar raja política, pero tampoco inventa nada, los baches están a la vista de todos.
¿Qué pasó en Tixtla?
El gobierno de Guerrero tiene que dar explicaciones sobre el asesinato de Hossein Nabor Guillén, subsecretario del Bienestar en el gabinete de Evelyn Salgado.
No solo extender las condolencias y emprender la investigación para dar con los responsables sino para explicar por qué Nabor era parte del equipo de trabajo.
El año pasado se difundió un video en el aparece conviviendo con Celso Ortega, presunto jefe de la banda delictiva de Los Ardillos, que es dominante en Tixtla. A pesar de ese presunto vínculo con el crimen organizado Nabor fue sumado al equipo de la gobernadora Salgado. ¿Qué pasó ahí?