
Todas las miradas están puestas en la Secretaría de Hacienda, en la oficina de Édgar Amador. Los analistas quieren entender por qué durante los últimos años simplemente se han equivocado en los pronósticos respecto al PIB y a la recaudación. Por ello, desde el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), un grupo de economistas que forman parte de la Alianza por la Justicia Fiscal, firmaron una carta dirigida a la Secretaría de Hacienda en la que piden un presupuesto con datos abiertos como una condición indispensable para promover una participación ciudadana informada promoviendo la transparencia fiscal. Desde el primer minuto que se hagan públicos los documentos del Paquete Económico, un grupo de analistas quiere que la Secretaría de Hacienda entregue las bases de datos en las que sustenta sus cálculos presupuestales en formatos abiertos, accesibles y manipulables, en documentos en formatos de .csv y xls. Aseguran que, aunque desde 2015, México ha publicado información presupuestaria en formatos abiertos de manera oportuna, en 2023 y 2024 los datos abiertos no se liberaron de manera inmediata lo que dificultó la discusión pública. “Repetir esa experiencia, en el Primer Paquete Económico completamente a cargo de esta administración continuaría el retroceso en materia de transparencia y participación minando la confianza ciudadana”, dicen. Pero hay tiempo de sobra para que se analice la información y, hasta ahora, la desviación que han tenido muchos analistas respecto al comportamiento del PIB no parece ser resultado del acceso a las bases de datos abiertos de las finanzas públicas.
No es menor, sin embargo, que todas las miradas estén puestas en el Paquete Económico 2026 porque se trata del primer presupuesto diseñado íntegramente por el equipo económico de la actual administración, lo que lo convierte en un referente clave para anticipar el rumbo de la política fiscal en los próximos años. Y, antes, el 15 de noviembre se deberá tener aprobado este paquete económico. Para el Presupuesto de Egresos sólo se necesita la aprobación de la Cámara de Diputados mientras que la Ley de Ingresos se necesita el aval de ambas cámaras. Por ello, históricamente el cabildeo que hemos visto por parte de las empresas para cambiar el rumbo de algunas decisiones se presenta en el Senado de la República
El Paquete Económico de 2026 es, sin duda, el documento más importante del gobierno de Claudia Sheinbaum. Este paquete entregado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), a cargo de Édgar Amador Zamora, al Congreso de la Unión incluye tres documentos clave: los Criterios Generales de Política Económica (CGPE), la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF) y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF). Será un paquete económico que decidirá sobre 9.5 billones de pesos y que se necesita una economía creciendo para poder financiar el hecho de que 6 de cada 10 pesos de los ingresos públicos provienen de impuestos, nos recuerda México Cómo Vamos y su equipo de economistas.
¿Qué ha cambiado?
Calificado como inercial por décadas; considerado por muchos gobiernos del PAN y del PRI como un mero trámite para asignar recursos y ampliar los compromisos políticos, el Paquete Económico para 2026 de la presidenta Claudia Sheinbaum no sólo marca otras prioridades respecto a las administraciones de Enrique Peña Nieto y Felipe Calderón. Frente a la gestión de Andrés Manuel López Obrador, si bien el primer paquete económico de la presidenta Sheinbaum también se concentra en el gasto social, en la llamada Red de Protección Social, la disciplina en el gasto marca grandes diferencias al relajamiento y expansión fiscal que se registró durante los últimos dos años del gobierno del primer piso de la Cuarta Transformación. Disciplina y redireccionamiento de recursos para apuntalar la economía son los elementos que han caracterizado el gobierno de la presidenta Sheinbaum. Sin embargo, los desafíos son muchos y ahora nos encaminamos a un momento decisivo: demostrar que es posible alcanzar un segundo año de consolidación fiscal para no incrementar la deuda pública y mantener el gasto en infraestructura.
Grupo Ollamani llegó a un acuerdo con la FIFA sobre palcos
Es oficial: Grupo Ollamani llegó a un acuerdo con la FIFA que permitirá a los palcohabientes del Estadio Banorte (anteriormente Estadio Azteca) utilizar sus palcos sin ningún costo adicional durante el Mundial de 2026. Como parte del acuerdo, Grupo Ollamani deberá realizar una compensación económica a la FIFA y cumplir con un proceso de registro para formalizar el acceso. El Estadio Banorte será la sede inaugural del Mundial 2026, que se celebrará en junio del próximo año en México, Estados Unidos y Canadá. Con ello, se convertirá en el único recinto en la historia en albergar tres partidos inaugurales de una Copa del Mundo. Además, será sede de cinco partidos: tres de fase de grupos y dos de eliminación directa. Esta designación consolida al Estadio Banorte como un ícono del fútbol internacional y como un recinto de primer nivel. Actualmente, se encuentra en proceso de remodelación mediante una inversión superior a 1,500 millones de pesos.
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