
La plataforma de juegos Roblox, con más de 111 millones de usuarios diarios, enfrenta un escándalo que pone en entredicho su compromiso con la seguridad infantil. Su CEO, David Baszucki, ha sido duramente criticado por priorizar la imagen de la empresa sobre la protección de menores, adoptando en términos reales una postura que parece proteger las redes de tratantes y pedófilos. Activistas como Andrew Michael “Schlep” Jones, un youtuber texano de 22 años, han expuesto a pedófilos y tratantes en la plataforma, logrando al menos seis arrestos en colaboración con la policía. Sin embargo, en lugar de aliarse con estos esfuerzos, Roblox los castiga, baneando a quienes intentan limpiar su red de depredadores. Baszucki ha sugerido que, si los padres no están cómodos, simplemente prohíban a sus hijos jugar. ¿Quién debe actuar? Roblox, antes de que se consolide como un paraíso para atrapar y enganchar a menores.
El modus operandi de los depredadores es alarmante. A través del chat interno de Roblox, contactan inicialmente a los niños. Luego, los llevan a plataformas externas como Discord, un sistema de mensajería sin filtros efectivos. Crear una cuenta en Discord solo requiere un correo electrónico, sin verificación de edad ni moderación estricta. En ese entorno, los engaños escalan: promesas de regalos virtuales, falsas amistades y grooming que puede derivar en explotación sexual o trata. Los abusadores usan avatares infantiles y juegos de rol para ganar confianza, aprovechando que el 40% de los usuarios son menores de 13 años.
Mientras Roblox evade su responsabilidad, héroes como Andrew Michael “Schlep” Jones han tomado la iniciativa. Víctima de grooming en Roblox a los 12 años –una experiencia que lo llevó a un intento de suicidio–, Schlep transformó su trauma en acción. Con 1.6 millones de suscriptores en YouTube, sus videos, como el viral “Roblox Predator Gets Arrested”, muestran cómo colabora con grupos como “Predator Poachers” y la policía para atrapar abusadores. A pesar de enviar pruebas a Roblox, la empresa no actuó contra los depredadores, pero sí emitió una orden de cese y desista contra Schlep en agosto de 2025, acusándolo de “poner en riesgo a los usuarios” por simular conversaciones de peligro infantil. Esta doble moral ha indignado a la comunidad: mientras los pedófilos operan con impunidad, Roblox silencia a quienes los persiguen.
La respuesta pública ha sido contundente. Una petición en Change.org, impulsada por el congresista Ro Khanna, exige la renuncia de Baszucki y reformas de seguridad, acumulando más de 270,000 firmas hasta septiembre de 2025. Hashtags como #FreeSchlep y #BoycottRoblox han ganado tracción, apoyados por creadores como KreekCraft y JiDion. Países como Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Jordania, Omán, Arabia Saudita y China han prohibido Roblox por riesgos de explotación infantil, contenido inapropiado o violencia, recomendando supervisión parental estricta o alternativas educativas para evitar adicciones y exposición a depredadores.
En México, el silencio es ensordecedor. Como el país número uno en trata de personas, según la ONU, es inadmisible que ningún político aborde el peligro de Roblox. En cambio, el gobierno propone un impuesto del 8% a videojuegos “violentos” en 2026, supuestamente por moralidad, pero en realidad para llenar arcas públicas. ¿Por qué ignorar una red que facilita el grooming masivo? Es hipocresía: gravan la violencia ficticia, pero no protegen a los niños de la explotación real.
Roblox, en su origen, fue una idea brillante: usuarios creando juegos para otros. Pero la empresa optó por priorizar títulos de dopamina barata –juegos con recompensas instantáneas, loot boxes y mecánicas adictivas de clics repetitivos por monedas virtuales– que no educan, solo enganchan. Esto vuelve a los niños más vulnerables a manipuladores.
Padres, despierten: si creen que sus hijos están seguros en casa, en su cuarto, jugando Roblox, están equivocados. En esta plataforma, los niños pueden estar más expuestos y vulnerables que en cualquier mercado o plaza pública. Roblox es un riesgo latente de trata y abuso. Apoyemos a activistas como Schlep, que enfrentan a estos monstruos. Exijamos que Roblox salga del mercado mexicano como medida contundente contra la trata infantil. El silencio es complicidad; la acción, salvación.
@CesarG_Madruga