
Hoy inicia en Nueva York el 80° periodo de sesiones de la Asamblea General de la ONU donde una decena de países encabezados por Francia, Reino Unido, Bélgica, Luxemburgo, Portugal, Nueva Zelandia, Australia y Canadá, reconocerán oficialmente al Estado Palestino. Ellos se sumarán a otras 150 naciones que en los últimos tiempos también han dado su beneplácito a las instituciones palestinas. Aunque se puede considerar que este reconocimiento es simbólico y diplomático, resulta necesario recordar que la principal motivación para la inclusión de Palestina en el sistema internacional no es solamente humanitaria sino y sobre todo, para la tutela de suintegridad territorial frente a la destrucción genocida que lleva a cabo Israel con la complicidad de Donald Trump, quien desde 2024 ha mantenido un veto para su plena adhesión a las Naciones Unidas. Justamente en estos días los Estados Unidos se han visto aislados en el Consejo de Seguridad de la ONU,donde ha quedado claro que es el único país que se opone a finalizar la violenta ocupación judía.
Aprovechando la impunidad ofrecida y como respuesta, Israel anunció la extensión de sus operaciones militares terrestressobre Gaza denominadas “Carros de Gedeón II”, movilizando a varias divisiones armadas e iniciando los preparativos para llevar a cabo la anhelada -e ilegal-, ocupación por la fuerza de la región de Cisjordania desalojando a los palestinos que habitan allí desde hace siglos. Este proceso de expulsión inició con los violentos colonos judíos quienes agreden, asesinan e incendian los hogares de los habitantes históricos de estas regiones con la protección armada del ejército hebreo. La guerra Israel-Palestina ha sido desde siempre un conflicto asimétrico donde las fuerzas militares israelíes dotadas de tecnología, armamento moderno y apoyo financiero de distintos países como Alemania e Italia, se enfrentan a civiles desarmados e incapaces de reaccionar. Si la comunidad internacional abandona a Palestina, los intentos judíos por expulsarlos de sus tierras se concretizarán definitivamente.
Israel ha hecho de todo para matar la paz. Sus provocaciones a la comunidad internacional son continuas y cada vez más agresivas, al extremo de bombardear apenas este pasado 9 de septiembre, a los negociadores palestinos de alto rango que se reunían en la ciudad de Doha, en Catar, para revisar las propuestas estadounidenses de un alto al fuego. Con esta acción terrorista israelí se descarrilaron definitivamente las negociaciones que se llevaban a cabo en este país del Medio Oriente. Gracias a la excelente mediación que desde hace tiempoofrecía Catar, se lograron liberar rehenes, establecer acuerdos y se redactaron diversos planes de alto al fuego. Ahora las cosas han cambiado, el artero ataque israelí que también contó con el apoyo logístico de EU, no solamente anuló las negociaciones para la paz sino que eliminó cualquier valor que pudieran tener las garantías de seguridad ofrecidas por los estadounidenses para continuar con las negociaciones.
En estos escenarios, México debe comprometerse con el Estado Palestino de manera firme y decidida en aras de la paz y del respeto de su derecho a la autodeterminación. En 2023 nuestro país elevó la misión Palestina de delegación especial a embajada plena, lo que constituyó un paso más para el reconocimiento del Estado Palestino. Aunque la Presidenta Claudia Sheinbaum no asistirá a la Asamblea de la ONU, debería instruir a su Cancillerpara tomar la iniciativa política en las negociaciones que buscan imponer la paz y detener el genocidio que sufren los palestinos.Es conocido que nuestro país favorece una solución política integral y definitiva del conflicto, bajo la premisa de la creación de dos Estados que atienda las preocupaciones de seguridad de Israel pero que también haga posible la consolidación, conviabilidad política y económica, del Estado de Palestina. Es el momento de abandonar toda neutralidad.
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