
Murió, quizás, soñando con sus estrellas. A saber, peeeero, lo que sí
no deja lugar a dudas es la legítima admiración y el inmenso cariño popular
del que orgánicamente se hizo acreedora, lo mismo por parte de científicos que de académicos, estudiantes y realmente de la ciudadanía en general, al hacernos parte de su entusiasmo y habilidad como una maravillosa divulgadora de LA CIENCIA, además, divertida y amena. Curioso también resultó que en tiempos de tanta agresión y sabiduría “influencer”, ninguna red social la haya descalificado… Obvio es que me refiero a Julieta Fierro Gossman, a quien tuve el placer de conocer y que trascendió apenas el pasado 19 de septiembre, a los 77 años. Era tan chispa, oportuna y agradable, que resulta un reto encontrarle defectos. Fue Premio Crónica, entre infinidad de otros
reconocimientos nacionales e internacionales que recibió a lo largo de
su trayectoria profesional y, todavía para su mayor gloria, una especie de luciérnaga descubierta en CdMx lleva su nombre: Pyropyga julietafierroae, honor que le fue concedido durante el World Firefly Day 2022 organizados conjuntamente por el Instituto de Biología y Ecología de la UNAM y por la FES Zaragoza. Qué fortuna haberla tratado, sí, pero aún más suerte el que no me hubiera desilusionado, y...
Volviendo a la realidad tan amarga que vivimos a diario con la absurda y cada vez más premeditadamente abusiva crueldad hacia los animales no humanos… particularmente hacia los más cercanos como son perros, gatos, caballos y burros, resulta que en estos ocho días que transcurrieron para volvernos a leer en este espacio, se dieron casi simultáneamente dos hechos similares tanto en su origen y brutalidad como en la magnífica y ya profesional… pro-fe-sio-nal… reacción del sector organizado de la protección animal, punto que quedó más que demostrado ahora tanto en Nuevo León como en Sinaloa, por cuanto en el primer caso, del que me ocuparé este miércoles, pasó que no terminaba el presuntuoso bocón del gobernador neolonés @samuel_garcias de alardear que no toleraría… to-le-ra-ría… el maltrato animal, durante su discurso inaugural del Centro Estatal de Atención Animal ubicado en el Municipio de Guadalupe (con cupo para 5 mil criaturas), cuando se viralizó en RR. SS. lo que al tiempo estaba aconteciendo en el dizque “centro de bienestar animal” de Santa Catarina (uno de los 51 que se distribuyen por todo NL), donde fueron “descubiertos” más de 70 perros y gatos en miserables condiciones, pues por órdenes del presidente municipal, un tal Jesús Ángel Nava Rivera (para desgracia en el ejercicio hasta el 2027) los estaban dejando morir de hambre, tal como en franco solía, suele y seguirá sucediendo en toooodos estos sitios oficiales disfrazados de clínicas, centros de control o como se quiera denominarlos, pero lugares donde se sigue practicando ampliamente la crueldad, y no solo bajo total impunidad, sino hasta con la venía y participación de médicos veterinarios, por increíble que parezca. Me consta. A lo mejor vino a ser novedad para las generaciones protectoras actuales, pero este tipo de abusos y maldad han destacado siempre a los antirrábicos, verdaderos infiernos para los michis y lomitos más desprotegidos, pero esta vez y con todo y que el referido hizo lo posible por negar las circunstancias y desvincularse de los daños, utilizando para ello todas sus redes sociales, e inventando que el lugar contaba con una bodega repleta de costales de croquetas, pero… ligero detalle… correspondientes al envío urgente del sector protector que justo se le apareció como espada de Damocles en la persona de doña Elvia Silveyra, fundadora y presidenta de la A.C. Pro defensa Animal (PRODAN), la más fuerte del Estado norteño, y que junto a su principal espadachín, la incansable Ivonne Escárcega, conjuntaron esfuerzos con otras asociaciones para con el extremo cuidado que ameritaba la situación jurídica de los animales y también su salud física, proceder a examinar uno a uno a cada animal, vía sus especialistas, mismos que fueron obteniendo muestras de sangre, orina y heces que les permitieran determinar si alguno o varios de los chiquitos tenían algún problema infeccioso que impidiera de momento su salida del sitio, razón por la que solamente pudieron resguardar 34 criaturitas, más quedando a cargo de los restantes in situ hasta que proceda su alta. Levantaron fichas individuales contra reloj y no gritonearon ni corrieron de arriba abajo para sacar a los animales a como diera lugar, enviándolos a donde se pudiera, sino que optaron por interponer la denuncia correspondiente para que las autoridades competentes aseguraran a los chiquitos, dando lección de tremenda entereza. Sin embargo, estas arbitrariedades no terminarán sino hasta quitar el poder sobre esos lugares a las presidencias municipales, permitiendo un trabajo conjunto protección-salud, con un comité de ética y bienestar y apoyo de estricta vigilancia 24/7 a la que por convenio las ONG legalmente establecidas tengan libre acceso. Continuaré…
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