Opinión

El Hombre del Sombrero de Fieltro

El Hombre del Sombrero de Fieltro, de Taide Velázquez

Hay novelas diferentes. Una de ellas es El Hombre del Sombrero de Fieltro, de Taide Velázquez (Igneos Ediciones, 2025). Al mismo tiempo de que se trata de un relato escrito de manera sencilla, amena y fácil de leer, y de que toca una historia original -la de un hombre que se convierte, por un camino insólito, en el mandamás de una colonia popular de la Ciudad de México-, tiene la virtud de tener muchas capas superpuestas, de abarcar distintos géneros de novela.

Es una novela picaresca, aunque no contada en primera persona. Chano, el personaje principal, es un sobreviviente, un tahúr con una moral propia, que se las arregla, no siempre limpiamente, para ir ascendiendo en la escala social.

Es una novela histórica, porque da cuenta de la contradictoria evolución de México desde tiempos prerrevolucionarios hasta la crisis económica de los años ochenta. Los personajes no son figuras, sino ciudadanos de a pie, que ven a la Historia pasar sobre ellos (o tratan de aprovecharse de ella).

Y no son solamente personas, porque un personaje principal es el barrio, originalmente pensado para gente pudiente, pero que por azares del destino nace como colonia popular, pasa por un proceso de urbanización física y cultural, y termina convertido en un campo de batalla entre distintas concepciones de la vida urbana, que hacen crisis en medio de la falta de oportunidades.

Por la novela pasan las costumbres del porfirismo, la Feria de San Marcos, una pulquería, un fantasmal “oficial obregonista”, la vida de los braceros, un salón de apuestas, vecindades populares en su difícil tránsito entre la tradición y la modernidad, notarios, burócratas, políticos oportunistas, hasta llegar a las bandas punk. La historia pasa y tiene distintos rostros.

Es, asimismo, una saga familiar. Es la historia de la relación entre un patriarca atrabiliario, su mujer y sus hijos, que se rebelan, cada uno a su manera, pero nunca terminan de zafarse totalmente del legado patriarcal. Se ha comentado que una de las características de El Hombre del Sombrero de Fieltro es la reivindicación del papel de las mujeres en su lucha por la dignidad y el respeto, en una sociedad machista, clasista y en la que predomina la doble moral. Es, por lo tanto, una historia de resistencia. Ese es uno de los hilos conductores de la parte central de la novela.

También es, a su manera, una novela psicológica. Son pocos, y menores, los personajes planos. De muchos de ellos, en cambio, entendemos razones y traumas, a veces mostrados en reflexiones internas y, en otras ocasiones percibidos a través de actitudes y detalles aparentemente menores.

Los contextos sociales culturalmente impuestos, que obligan a las personas a integrarse de una cierta manera, también forman parte de esta construcción de la psicología de los personajes. Hay una mirada profunda para acercarnos a su comprensión.

Para completar, también tiene elementos de novela negra y de novela satírica. No faltan las mentiras y traiciones, y hay distintos episodios de violencia, individual y colectiva, con tramas un tanto retorcidas; también hay otros que hacen burla de las situaciones sociales y de clase, en donde se desliza sutilmente la crítica política.

El lenguaje de Taide Velázquez tiene dos características que lo hacen particularmente disfrutable. Una es el buen oído para el habla popular. Sin exageraciones ni estereotipos, los distintos personajes se expresan de acuerdo con su origen y su época. Eso hace que los diálogos, no siempre en el español literariamente más correcto, se escuchen como naturales. La otra es un particular sentido del humor, que puede caer en los momentos más inesperados. Hay una enorme cantidad de momentos graciosos en una novela que es dramática, en lo fundamental. El resultado es que la lectura es entretenida y se va como agua.

El Hombre del Sombrero de Fieltro es, en fin, un mural de una parte de la historia de México, esa que no aparece en la Historia Patria, pero con la que se forjan -y a veces se deshacen- familias, comunidades, valores y cultura social. Un relato que exorciza una historia familiar y, al mismo tiempo, nos hace asomarnos a un pasado colectivo. Una novela diferente. Una lectura recomendable.

fbaez@cronica.com.mx

Twitter: @franciscobaez

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