Opinión

Noroña vuela a ras de suelo

El senador señaló que se trató de un taxi para realizar su gira, pero las placas registradas indican que se trató de una aeronave registrada extranjera registrada en Estados Unidos.
Fernández Noroña y su jet privado El senador señaló que se trató de un taxi para realizar su gira, pero las placas registradas indican que se trató de una aeronave registrada extranjera registrada en Estados Unidos.

Adán Augusto, Andy y Fernández Noroña le hacen más daño a Morena que mil artículos de opinión críticos. En los hechos, le están haciendo la campaña a la oposición para el 2027 al mostrar que la 4T es una mascarada.

La verdadera aspiración de los prohombres de Morena es aparecer algún día en la lista de los hombres más ricos del país. Su lugar ideal son los vuelos en primera clase con asientos totalmente reclinables, champaña y azafatas apapachadoras. Eso es lo suyo. Atrás quedaron las combis, los aventones, las colas en el ADO, los tacos de canasta. Pastorear connacionales pobres es un atajo a la riqueza. Cada discurso a favor de los pobres los vuelve más ricos. Su principal ocupación ahora es administrar la abundancia.

El senador Fernández Noroña llegó en Avión Privado a un evento político denominado “A ras de suelo”. El mal chiste se cuenta solo. Lo verdaderamente infame del comportamiento de Noroña es que, en su intento de escurrir el bulto, embarró a la presidenta Sheinbaum. ¿Por qué no hay una defensa organizada de la presidenta? ¿La dirigencia del Senado y los mandos del partido están pintados? No están pintados, están peor. Adán Augusto, que es en teoría el jefe de Noroña, se la pasa tratando de explicar de dónde le brotan tantos millones de pesos y Andy, que es el secretario de Organización del partido, no puede decir nada porque tiene jornadas de trabajo extenuantes, que lo dejan exprimido, sus pocos ratos libres los dedica a adquirir obras de arte, o eso dicen.

La presidenta dijo en la mañanera de ayer que no entrará en polémicas con Noroña y que los ciudadanos evaluarán a cada uno. Lo dijo molesta. El tema, sin embargo, no puede cerrarse así nomás. Es importante saber de dónde sale el dinero para pagar aviones privados y si la aeronave podía o no hacer el recorrido que hizo. No debe ser nada difícil averiguarlo.

La cadena de escándalos de Morena debería tener a este partido al borde del barranco y prácticamente sin chace de victoria electoral alguna en la elección del 2027. El huachicol fiscal es el operativo de corrupción concertada más redituable de la historia y está conectado con el caso de la Barredora, la banda delictiva creada por el ex secretario de Seguridad de Tabasco en sus ratos de ocio. Solamente con esos dos ejemplos Morena debería estar sudando la gota fría. No lo está porque en México la oposición político está pasmada desde la noche de la elección de junio del 2024. Como les dieron una paliza siguen tirados en la cuneta y no han podido sacarle provecho a todo los pases de gol que les han dado los propios morenistas.

Los únicos adversarios temibles para los morenistas dentro del país son otros morenistas que se saltan las trancas un día sí y otro también. Hace poco Saúl Monreal dijo que él quiere ser candidato a gobernador de Zacatecas, la cruzada contra el nepotismo de la presidenta le tiene sin cuidado. El otro peligro para Morena está en Washington. Si Trump toma la decisión de emprender acciones legales contra tres o cuatro gobernadores morenistas que tienen en la mira, el partido se puede desfondar antes de la elección de mitad del mandato.

Llegó el momento de que Luisa María Alcalde levante la voz y les lea la cartilla a sus correligionarios. Si no lo hace el partido se le puede disolver entre las manos y el país entrará en una etapa de inestabilidad peligrosa.

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