Opinión

Transparencia sin anestesia

Informe de seguridad de Tlalpan

La Ciudad de México decidió abrir un frente que pocos gobiernos se atreven a tocar: evaluar públicamente el desempeño en seguridad de sus alcaldías frente a medios, gabinete y ciudadanía. A lo largo de las próximas semanas, las 16 demarcaciones deberán presentar sus resultados, explicar avances y justificar pendientes. No hay simulación posible cuando los números se leen a la vista de todos. Transparencia real implica exposición, y exposición implica responsabilidad.

El ejercicio arrancó con Tlalpan, la alcaldía más grande de la capital: 31% del territorio, 80% de suelo de conservación, zonas boscosas, caminos rurales y colindancia con Morelos y el Estado de México. Una geografía de alta complejidad. A pesar de ello, los resultados llaman la atención: reducción de delitos de alto impacto, menos homicidios dolosos y una caída significativa en lesiones por arma de fuego.

Las cifras hablan por sí solas. El número de cuadrantes de vigilancia pasó de 50 a 72, se rehabilitaron 300 cámaras integradas al C5, se realizan alrededor de mil patrullajes semanales, se han detenido a 250 personas vinculadas a delitos de alto impacto y se han asegurado 32 armas. Además, se reforzaron los operativos en Topilejo y las zonas limítrofes, aumentando presencia y control territorial. Son decisiones sostenidas, no eventos aislados.

Pero Tlalpan no sólo combate el delito: también recupera territorio. 82.5 hectáreas de suelo de conservación han sido rescatadas, se mantienen filtros carreteros, vigilancia forestal y recuperación de espacios públicos. Porque cuando el Estado se retira, otros ocupan el lugar.

En el plano político, el respaldo llegó rápido. La presidenta Claudia Sheinbaum calificó a la alcaldesa Gaby Osorio como “muy buena, muy querida por la gente y una joven brillante”, mientras la jefa de Gobierno, Clara Brugada, reconoció que Tlalpan se consolida entre las demarcaciones con mejores resultados. Sin embargo, estos elogios no son un diploma: son un reflector. Cuando se reconoce el trabajo, también se aumenta la expectativa, se elevan los estándares y se acota el margen de error. Celebrar logros implica sostenerlos. Y aunque falta tiempo para 2027, no es menor que esta visibilidad la coloque -desde ahorita- en la conversación sobre futuras aspiraciones, ya sea en la reelección o incluso en la contienda por la Jefatura de Gobierno.

Este ejercicio apenas comienza y algo quedó claro: la transparencia es incómoda para quien no está dando resultados, pero fortalece a quien sí trabaja. Ojalá todas las alcaldías asuman el mismo nivel de rigor y apertura. Porque la seguridad no se presume, se demuestra.

Cuando el gobierno abre la puerta a revisar números frente a la prensa, la ciudadanía gana algo invaluable: certeza. Aquí no hay escapatoria ni pretexto. De ahora en adelante, los resultados se ven… o se notan por su ausencia.

Por cierto:

1. PRESIDENTA. La semana pasada, la magistrada Janine Otálora votó a favor de blindar a las consejerías del INE ante la fiscalización del Órgano Interno de Control (OIC). Ahora, en un documento interno que circula, se perfila la aprobación de Marina Martha López Santiago como presidenta del OPLE en Chiapas. Detalle no menor: Marina es secretaria de Estudio y Cuenta en la ponencia de Otálora, quien dejará su cargo este viernes… mismo día en que está prevista la sesión para su nombramiento y ya tendría asegurados ocho votos. En resumen: la magistrada Otálora se va dejando presidenta en Chiapas. Bonita despedida que le obsequia el bloque mayoritario del INE.

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