Hacer explotar lanchas rápidas en los océanos y pulverizar a sus ocupantes no abatirá el consumo de drogas en Estados Unidos. Ni siquiera dañará con seriedad a los narcos.
Para el gobierno de Donald Trump la verdad es un asunto secundario, de modo que creerle que esas lanchas llevaban droga a bordo y estaban piloteadas por narcos es conceder demasiado. Donald mata y lo presume. Ese es el meollo del asunto. Una puesta en escena diabólica. La barbarie en aguas internacionales. Tarde o temprano los americanos tendrán que rendir cuentas de la matanzas.
Mientras tanto, seguirán alimentando a los tiburones. Combatir el narcotráfico y abatir el consumo de drogasson objetivos loables, pero no tienen atajos. Es un problema complejo, multinacional, que demanda soluciones complejas y multinacionales. No pasa por convertir en astillas lanchas rápidas. Hay que seguir un camino largo y sinuoso, poco lucidor. Hay comenzar en casa. Lo primero es achicar el mercado de consumidores y combatir la narco cultura en territorio de EU. Los americanos tienen un apetito insaciable de drogas. Tomaron distancia del fentanilo, pero volvieron con todo sobre la cocaína que ya se sirve en muchas ciudades como una botana más en las fiestas.
También dentro de sus fronteras el gobierno de EU podría detener el flujo de armas que terminan en poder de los terroristas designados. EU pone en manos de narcoterroristas la más amplia gama de fusiles de última generación. Hablo de miles y miles de armas que empoderan a los malandros. Podrían impedir que las bandas criminales financien casinos, hoteles, bares y claro evitar que sus circuitos financieros laven el dinero sucio. Los bancos de EU son un paraíso de gánsters. Desde luego tienen que eliminar a sus propios traficantes. La droga la mueven en EU delincuentes americanos que tienen el mejor sistema de distribución del mundo.
¿Por qué no se concentran en eso? Porque es poco lucidor y no da votos. Los consumidores gringos aspiran coca mientras se quejan de lo malos que son los traficantes. Claro que tienen derecho a defenderse de los carteles, pero mientras sus consumidores no le bajen dos rayitas a su vicio, siempre habrá tipos dispuestos a surtirlos, como los carteles mexicanos que han lacerado las institucione nacionales por décadas.
Agencias como la CIA ya tienen luz verde para hacer lo suyo como desestabilizar gobiernos legítimamente electos y poner títeres. Estamos entonces ante un mega operativo de injerencia indebida, no frente a acciones de combate a la drogadicción. El peligro es que el gobierno de EU detecte que disparar misiles sobre lanchas le da puntos políticos porque lo seguirán haciendo y en cualquier momento pasarán a los ataques en tierra. Los marines están salivando por poder lanzarse sobre Venezuela, Colombia o México. Lo más pernicioso es que generar caos solo favorece a los narcos, pues a río revuelto ganancia de pescadores.