Opinión

Encuentro Nacional de Investigadores XXIX

La bioimpresión 3D está transformando la medicina La bioimpresión 3D está transformando la medicina

La semana pasada tuvimos el vigésimo noveno Encuentro Nacional de Investigadores (ENI) de la Secretaría de Salud, que ahora ostenta el desafortunado nombre de encuentro nacional de personas investigadoras. Parece que hay más prisa por atender a problemas de lenguaje, que a los reales que ocurren en los hospitales. Pero, en fin, hecha esta crítica, paso a la parte buena.

El ENI (como yo prefiero decirle) es el mejor congreso de ciencias médicas que ocurre en el país. Primero porque los participantes son los investigadores de los institutos nacionales de salud en donde ocurre un porcentaje considerable de la ciencia médica hecha en México. Segundo, porque es altamente competitivo, ya que los trabajos que se presentan lograron pasar por doble filtro. Primero, cada instituto puede enviar un máximo de diez trabajos a consideración, con lo cual, si hay más de diez investigadores interesados, se debe hacer una selección interna de los diez trabajos más competitivos. El segundo filtro consiste en que solo se aceptan para presentación 60 trabajos, mientras que, si cada uno de los 13 institutos envía 10, se reciben 130. Así que, se forman comités integrados por investigadores de los institutos para evaluar los trabajos, calificarlos y así decidir los mejores. Afortunadamente, lo único que cuenta es la calidad del trabajo. No intervienen otras variables, como ahora ocurre para muchas otras decisiones.

Los trabajos se envían a las categorías de investigación biomédica, clínica y de epidemiología y ciencias sociales. Usualmente en este orden se reciben 50, 30 y 20 %, respectivamente. Por lo tanto, la proporción de trabajos presentados es similar: biomedicina 50 %, clínica 30 % y ciencias sociales 20 %. En realidad, sin embargo, la proporción de clínicas es un poco mayor porque algunos investigadores envían trabajos clínicos a la categoría de investigación biomédica, porque utilizaron alguna metodología de laboratorio en su proyecto. Le dan más peso a la metodología del laboratorio que al tipo de pregunta que se hicieron.

El resultado es una reunión muy interesante. Todos los trabajos se presentan en forma oral, con cinco minutos cada uno. Se organizan sesiones en las que en 30 minutos se exponen seis trabajos alrededor de un tema (v.gr. obesidad, cáncer, metabolismo, salud mental, etc.), seguidas de 30 minutos para preguntas y comentarios de la audiencia. Entre cada sesión hay 30 minutos para receso que promueve la interacción informal entre investigadores.

Los temas son tan variados como los institutos. Por ejemplo, se presentaron trabajos sobre los primeros 1,000 días de vida o diabetes gestacional, aspectos socio-médicos del embarazo adolescente, expresión de miRNAs en cáncer, células CAR-T para el tratamiento de leucemias, demencia en adultos, alteraciones dopaminérgicas en Parkinson o determinantes del hígado graso en diabetes.

El encuentro ha ocurrido durante 29 años seguidos y siempre sale uno con muy buen sabor de boca por lo aprendido y por la oportunidad de conocer y entablar relaciones académicas con investigadores de los diversos institutos nacionales de salud. El ENI ha ocurrido casi siempre en alguna ciudad fuera de la CDMX, lo que además concentra a los investigadores y directivos durante tres días en un ambiente académico muy interesante. En esta ocasión por razones diversas ocurrió en la Ciudad de México y de cualquier forma fue todo un éxito. Esperamos, sin embargo, que para el próximo año podamos regresar a alguna ciudad del interior, porque me parece que la interacción y las oportunidades de generar redes se dan con más intensidad cuando los asistentes al evento están cautivos en algún lugar.

Dr. Gerardo Gamba

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e

Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM

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