
Resultado de las muchas ineficiencias del más ineficaz gobierno anterior, asumida como inevitable herencia, la administración de Claudia Sheinbaum, presidenta nacional (con A), enfrentará hoy --si no se lograra un acuerdo en horas nocturnas y dominicales-- un problema mayúsculo de bloqueos carreteros en un país cuya movilidad ya resulta de por sí compleja e insuficiente.
Promovidas por varias organizaciones de diversa condición, las barricadas se anuncian definitivas, lo cual puede ser un amago más o una actitud ya irreversible. La respuesta burocrática y de cuadernillo por parte del gobierno siempre es la misma: hemos instalado una mesa de diálogo.
El problema se resolvería si se instalara una mesa de solución, no de parloteo entre sordos, bajo la presidencia de la poco resolutiva señora secretaria de Gobernación, (también con A), Rosa Icela Rodríguez, auxiliada (o estorbada) por el decepcionante secretario del campo, Don Julio Berdegué.
El “Mega bloqueo” ha sido anunciado por tercera ocasión, tras dos aplazamientos dialogantes, a partir de las 8 de la mañana de este día. Si se logra en los términos del ultimátum, estrangulará la capital; el estado de México y algunas rutas en Michoacán, Chihuahua, Jalisco y Chiapas entre otra decena de estados.
Los inconformes -- el Frente Nacional para el Rescate del Campo Mexicano (FNRCM) y la Asociación Nacional de Transportistas (ANTAC), entre otros-- pertenecen a organizaciones fuera del control neo corporativo de Morena y mantienen una exigencia irredimible: seguridad en las carreteras, frente a una crónica violencia de salteadores camineros, a los cuales ninguna institución militar o policial ha puesto freno en los últimos siete años.
Al contrario, las cosas se han agravado y no se resolverán culpando a García Luna, sino poniendo remedio hoy.
De acuerdo con información reciente (EF), “el Consejo Nacional de Comercio Exterior de Estados Unidos (NFTC) presentó una solicitud de comentarios acerca del tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), en el que explicaron que la violencia contra transportistas es uno de los factores que afectan el clima de inversión en Norteamérica.
“…Los comentarios del consejo estadounidense ocurren en un año marcado por las movilizaciones de transportistas, especialmente en la Ciudad de México y el Estado de México, quienes han protestado por las extorsiones y los robos de los que son víctimas en carreteras.
“El aumento del robo de carga es una preocupación crítica en materia de seguridad que afecta a todos los miembros de la NFTC que comercian en la región”.
La seguridad de los caminos ha sido siempre una condición insalvable para la vida económica y social. Hace algunos años, no muchos, la Constitución. Política de los Estados Unidos, consideraba al salteador de caminos como sujeto de la pena capital. Hoy ya no existe la pena capital y la constitiución se ocupa de prohibirle vapear al hijo desobediente.
A las exigencias de seguridad se agregan las de precios rentables para el maíz. En ambos casos el gobierno ha respondido con soluciones dilatorias; nada definitivo, nada satisfactorio.
“--Va a dar información la Secretaría de Gobernación, dijo la señora presidenta (con A) el pasado viernes).
“Han estado en contacto con ellos. No es algo, digamos, que quieran diálogo, porque hay diálogo. Entonces, más tarde, el día de hoy, creo que va a haber información, tanto el secretario de Agricultura, como la secretaria de Gobernación”.
Pues hoy, a partir de las 8 de la mañana, la amenaza podría cumplirse con todas las consecuencias posibles. La principal, la que se quiere evitar desde el Palacio Nacional, la imagen del gobierno, incapaz de parar un golpe anunciado.
Y si se habla de movilidad, pues hasta el convoy presidencial sufre: los activistas fuera de control y seguridad, bloquean en Oaxaca el paso de la camioneta de la señora presidenta (con A), la rodean y a manotazos y malas maneras la obligan (¿cuándo se ha visto?) a firmar un compromiso como si fuera la errante oficialía de partes en una oficina burocrática.
Diálogo, diálogo…