
Iba caminando hacia mi automóvil cuando entró una llamada a mi teléfono. Una voz de mujer me dijo: Buenas tardes, ¿es usted el Dr. Gamba? A sus órdenes le contesté, a lo que replicó diciendo: le va a hablar el Dr. Alfonso Lujambio, Secretario de Educación Pública. Se me aceleró el ritmo cardíaco, ya que me imaginé inmediatamente la razón de la llamada. Con mucha amabilidad y respeto me dijo.- Dr. Gamba, llamo personalmente para informarle y felicitarlo porque ha sido designado Premio Nacional de Ciencias y Artes 2010. Era el 17 de noviembre y después de conversar unos minutos con él, me indicó que el premio sería entregado por el presidente de la república el día 24, en el Palacio Nacional. Cuando recibí el premio, tenía 49 años, por lo que entré en un grupo selecto de investigadores que lo recibieron antes de los 50.
El día de la entrega del premio fue caótico porque hubo una manifestación en la calzada de Tlalpan que tenía bloqueada la entrada hacia el zócalo. Iba con mis padres, mi esposa y mi hijo mayor y de plano, tuvimos que dejar el coche en algún estacionamiento y tomar el metro para llegar al Palacio Nacional. La ceremonia fue emotiva y el presidente me hizo un favor al cambiarme de nombre, ya que, al referirse a mí, dijo Fernando Gamboa, lo que hizo que la nota principal en los diarios al día siguiente se refiriera a mí, a pesar de que en la misma ceremonia recibieron el premio personalidades como Enrique Krauze, Gonzalo Celorio y Soledad Loaeza.
El Premio Nacional de Ciencias y Artes se entregó por primera ocasión en 1945 en una sola categoría que fue la de lingüística y literatura. Lo recibió Alfonso Reyes. Con el tiempo fueron sumándose las diferentes categorías hasta las seis actuales. La primera vez que se entregaron las seis fue en 1984, año en que en la categoría de literatura lo recibió Carlos Fuentes. Durante muchos años los premios se manejaban en la Secretaría de Educación Pública, en donde se instaló un mural en el cual aparecen los nombres de los ganadores año con año. Con la creación de la Secretaría de Cultura en el sexenio de Peña Nieto, las cuatro categorías sobre cultura pasaron a esta secretaría y en la SEP se quedaron el premio de ciencias y el de tecnología y diseño.
El Premio Nacional de Ciencias y Artes es el máximo reconocimiento que otorga el gobierno de la república a los creadores e investigadores y hasta 2018 fue muy respetado por el gobierno y era entregado año con año por el presidente de la república. Pero en el sexenio pasado fue completamente denostado. Le redujeron en 90 % el monto asociado al premio y los ganadores de las ediciones 2020 a 2023 fueron anunciados hasta la segunda mitad del 2024 y en una sola ceremonia, la secretaria de educación pública entregó los de los cuatro años. Ni el presidente ni la directora del entonces Conacyt acudieron a la entrega. Los premios de artes del 2024, se entregaron en julio de 2025, ceremonia a la que no asistió la presidenta, y los de ciencias, tecnología y diseño de 2024 se anunciaron, pero no se han entregado. Los ganadores de la edición 2025 aún no se conocen. Los hechos dicen más que las palabras. Esto es una demostración clara del desprecio que tiene el anterior presidente por los mexicanos de excelencia y por la calidad académica, el cual aparentemente se extiende a la mandataria actual.
No dar la atención debida para reconocer la excelencia es parte del camino para construir un pueblo de mediocres. Lo peor es que esto está permeando a muchas instituciones en el país.
Dr. Gerardo Gamba
Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e
Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM