
Cuando arranca cada temporada de la NFL, esta inicia con una enorme cantidad de promesas de triunfo y esperanza en todos lo equipos, ya sea de campeonato o de una campaña; sin embargo eso se va diluyendo conforme pasan las semanas, y has ahí todo es normal, después de todo, no todos pueden ser ganadores, pero existe algo que llama la atención, y esas son las mentiras, ya no decepciones, que son otra cosa más sería; en esta ocasión nos enfocamos en lo que consideramos como auténticas mentiras que la los equipos, los dueños, los coaches y hasta los jugadores le venden a la afición.
La lista es larga, y por lo mismo comencemos de inmediato, con las más grandes mentiras de la temporada.esjejjj
ESPEJISMO
Sin más, la primera se llama Tua Tagovailoa, ese espejismo de quarterback en Miami. Desde la campaña anterior mucho se comentó que las numerosas y graves contusiones sufridas habrían mermado su confianza a la hora de enfrentar el golpeo, además de una añeja lesión en cadera desde sus épocas colegiales con Alabama que comenzó a pasarle factura. La realidad alcanzó a Tagovailoa en 2025 y tuvo un año espantoso, en el se dio a notar más por sus declaraciones que por su juego. Acusó a sus compañeros de indisciplinados y al coach de Mike McDaniel, de tibio. Al final, Tua poco hizo y su rendimiento fue muy bajo. Su permanencia en el equipo es una incógnita, aunque ya se rumora que lo dejarán ir.
TOCÓ SU LÍMITE
Otro y también mariscal de campo lo fue Justin Fields, de Nueva York Jets, quien en su tercer equipo como profesional sólo demostró que no dio el ancho en la NFL a pesar de su gran trayectoria colegial con Ohio State. Fields, tras su paso irregular con Chicago y Pittsburgh, llegó a Nueva York como la carta fuerte del nuevo coach Aaron Glenn, Con un contrato de 40 millones de dólares por dos años todos creímos que sería el resurgimiento del talentoso jugador. Pues no, al final, el mismo dueño de los Jets,Woody Johnson, pidió su cabeza, al criticarlo y señalando que no sabía jugar; esto después de un juego donde Fields registró yardas negativas. Sin dudarlo, los Jets le rescindirán el contrato y estará fuera del equipo en cuanto acabe la campaña.
LA SOMBRA DE LO QUE FUE
A pesar de que los seguidores de Pittsburgh defendieron su contratación como el salvador de los Acereros, Aaron Rodgers no has estado no cerca de lo que fue en su mejores épocas en Green Bay. Con los Jets las dos campañas anteriores, Rodgers dio pistas de que su mejores tiempos se habían esfumado hace tiempo, ahora en Pittsburgh lo corroboró. Es verdad que su coordinador oefensivo, Arthur Smith, no fue de gran ayuda, pero el equipo lo tuvo, y cuando lo Acereros debieron aprovechar los bajones de Baltimore y Cincinnati, no aprovechó ese espacio de oportunidad. Ahora todo se definiráo en el juego final de temporada, como si fuera un playoff por adelantado, y la realidad es que a Rodgers se le contrato con expectativa y promesa de títulos, no se supervivencia. Lo más seguro es que saldrá del equipo una vez concluida su participación, no hay futuro con él.
DINASTÍA ESTANCADA
Cuando todos creían que el dominio de Kansas City se prolongaría por temporadas y temporadas, la realidad cayó como una loza sobre sus espaldas. Una ofensiva que no se reinventó y que pensó que con sólo poner detrás del centro al mejor mariscal de la actualidad iba a continuar ganando, se equivocó. Ni la magia de Pat Mahomes pudo salvar la nave del naufragio, y ni Andy Reid, con toda su sapiensia ofensiva, pudo detener la caída libre de los Jefes. Al parecer dejaron de impactar la rival como antaño.
SIN GARRAS
Detroit y sus seguidores suponían que la ventana de Super Bowl era lo bastante grande para seguir abierta, sin embargo, esta ventana ni era tan grande y se les cerró en la narices cuando quisieron comprobar su tamaño. Como lo hemos señalado reiteradamente en este espacio, la perdida de sus dos coordinadores (Ben Johnson y Aaron Glenn), les costó muy caro. Nada valieron la envalentonadas palabras de Dan Campbell, su coach, que no tuvo el talento para mantener a esa máquina ofensiva que ostentó los dos años anteriores. La directiva y hasta la Liga continuó vendiendo la esperanza no sólo de playoffs, sino de Super Bowl, pero ni a postemporada pudo llegar. Eso si, en lo que no mintió el coach fue en promesas y necedad de seguir jugándosela en cuartas oportunidades y dejando ir puntos seguros en la pizarra.
LUCES Y PROMESAS, NADA MÁS
Al igual que la ciudad de Las Vegas, donde sólo hat luces, promesas, sueños y nada más, así fue la espantosa campaña de los Raiders, que su dueo Mark Davis, pretendió vender como la gran renovación de su equipo. Ninguna mentira más falsa que el regreso de Pete Carrol como coach a sus 74 años y prometiendo una reestructura total y exitosa para el equipo, y el también retorno a la NFL de Chip Kelly, el brillante asistente ofensivo, muy exitoso en el colegial pero desastroso en el profesional. Ambos ofrecieorn una de las perores versiones de los Raiders en toda su historia. Kelly se fue hace ya algunas semanas, y de Carrol seguro correrá la misma suerte, pues su liderazgo ya no parece tener el efecto de antaño.
Tom Brady, como accionista minoritario y asesor personal de Mark Davis, seguro encabezará el comité de ideas y acciones para resucitar a esta franquicia, que mucho de esencia perdió al salir de Oakland.
TAN FALSOS COMO SU MOTE
Los mal llamados Comandantes de Washington perdieron su temporada desde el momento que dejaron de contar con Jayden Daniels, su maravilla de quarterback del año anterior y Novato Ofensivo del Año en 2024. Parece mentira, pero Dan Quinn, el coach, no pudo mantener el éxito del año anterior tras perder a su mariscal de campo. Es cierto, Daniels es un estrella, pero un buen entrenador se las arregla para mantener a flote el barco; además, el Washington vendieron la idea de una temporada tan exitosa como la anterior.
Quinn jamás encontró la manera de estabilizar a su conjunto, y a pesar de que mantuvo a su genio ofensivo, el coordinador Kliff Kingsbury, se ahogó en un vaso de agua y en un división Este de la NFC fue sumamente irregular, por no decir malita.
MENCIONES HONORIFICAS DE MENTIRAS
En este apartado hay varias, y comencemos por Dak Prescott, que ni con sus 60 mdd anuales pudo echar el equipo a hombros. Sabíamos que Dallas carecía de defensiva, pero hubo encuentros en que la ofensiva debía ganar anotando más que el rival, y sencillamente no lo hicieron, y en ese renglón Prescott es el principal responsable.
JJ Mc Carthy, el publicitado quarterback de Minnesota, y por quien dejaron ir a Kirk Cousins en su momento y posteriormente a Sam Darnold. McCarthy sólo mostró destellos, volvió a lesionarse constantemente, y la confianza que le depositó Kevin OConnel, el coach, sumió a los Vikingos en un bache de irregularidad.
Brandon Aiyuk, el talentoso pero muy conflictivo receptor de San Francisco, que tras su lesión de ligamento cruzado anterior, jamás dio pistas de querer regresar a jugar. Por más que la mentira de su retorno fue sostenida por meses, la verdad cayó por su propio peso, al grado de que ya ni el equipo lo tomó en cuenta hacía el final de la campaña. Su regreso sólo fue una mentira, pues quizá desde antes ambas partes sabían que no volverían a estar juntos.
Por último tenemos a Russell Wilson, ese otrora gran quarterback con Seattle que posteriormente lo único que mostró fue que su tiempo había pasado. Wilson, por más que los equipos que lo contrataron trataron de verder su llegada como una solución, la realidad fue frustrante para todos. Wilson fue un fiasco en Denver, Pittsburgh y Nueva York Gigantes. En realidad sería un mal chiste si algún otro equipo le vuelve a dar otra oportunidad en el futuro.