Se conmemoraron los 400 años de la canonización de cinco titanes de la fe: San Ignacio de Loyola, el fundador de los Jesuitas; Santa Teresa de Ávila, mística y poeta española; San Francisco Xavier, primer misionero de China y puente cultural entre el oriente y el occidente, San Felipe Neri fundador del Oratorio, y el santo patrono de Madrid y de los campesinos: San Isidro labrador.

Los cinco fueron canonizados en Roma el mismo día, el 12 de marzo de 1622, por el Papa Gregorio XV, y ayer sábado, el Superior General de los Jesuitas celebró la misa conmemorativa en la Iglesia del Santísimo Nombre de Jesús, en la Ciudad Eterna, que está al cuidado de esta orden religiosa.

El Papa Gregorio XV tuvo un pontificado breve pero muy fecundo; gobernó a la Iglesia entre 1621 y 1623, y entre las acciones de su gobierno pastoral estuvo el crear las normas para elegir a su sucesor de manera secreta, lo cual dio a conocer en su Bula Decet Romanum Pontificem.

De los cinco santos que fueron recordados, tres fueron fundadores de agrupaciones religiosas: San Ignacio de Loyola; Santa Teresa de Ávila, de los Carmelitas Descalzos reformados y San Felipe Neri. Los religiosos de estas tres Órdenes tienen presencia en los cinco continentes y sus seguidores se cuentan por miles, entre otras cosas, porque la Compañía de Jesús se ha dedicado a la educación y han formado a muchas generaciones.

San Isidro Labrador vivió mucho antes que ellos; él fue un campesino español que vivió aun cuando prevalecía el dominio musulmán en España, entre 1082 y 1172 y cuya vida quedó documentada en el Códice Isidro del siglo XII. Él fue nombrado santo patrono de los agricultores españoles en 1960 por Juan XXIII, y su fiesta litúrgica es el 15 de mayo. También se convirtió en el primer laico elevado a los altares, algo inusual, pues tuvo esposa y un hijo.

Entre la fecha de fallecimiento y la ceremonia de canonización de estos cinco santos transcurrieron, en el caso de San Isidro: 450 años; en el de Loyola, 66; San Felipe Neri, 27; Santa Teresa de Ávila, 53; y San Francisco Javier, 72 años.

De todos ellos, 4 eran españoles y uno florentino.

Sus beatificaciones tuvieron lugar en distintos momentos: Teresa de Ávila el 24 de abril de 1615, por el Papa Paulo V; San Felipe Neri el 11 de mayo de 1615, por Pablo V al igual que San Felipe Neri; San Isidro Labrador en 1619 por Paulo V; San Francisco Javier 25 de octubre de 1619 por Pablo V. El pontificado del Papa Paulo V tuvo lugar de 1605 a 1621.

Cada una de estas agrupaciones religiosas ha organizado festejos de manera independiente en todo el mundo, que abarcan además de la parte religiosa, aspectos culturales, históricos y de solidaridad con grupos sociales.