Opinión

75 aniversario del Instituto Nacional de Ciencias Médicas

El pasado 12 de octubre el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán cumplió y celebró 75 años de vida. Fue un día similar del año de 1946 cuando el Presidente Ávila Camacho declaró inaugurado el entonces Hospital de Enfermedades de la Nutrición. Un sueño anhelado por el Dr. Salvador Zubirán Anchondo que había entendido hacia donde se movía la medicina en el mundo y cuál era la forma moderna y futura de funcionar de las instituciones de salud que aspiran a ser grandes. El Maestro Zubirán tenía claro que una institución modelo de atención en salud tendría que cultivar con el mismo interés y dedicación la atención clínica, la investigación científica y la enseñanza. Es fácil decirlo, pero muy difícil mantener en realidad un balance en el que se destaque en las tres áreas.

En los años 40s del siglo pasado las enfermedades que afectaban a la población más desprotegida del país eran las relacionadas con la carencia y la mala nutrición. De ahí que el hospital inició con las tres especialidades directamente relacionadas con estos aspectos que son la gastroenterología, la hematología y la endocrinología. El entonces pabellón 9 del Hospital General de México, en la colonia de los doctores, fue bardeado, separado administrativamente del Hospital General y se convirtió en el Hospital de Enfermedades de la Nutrición, el cual fue dirigido por su fundador, el Dr. Zubirán de 1946 a 1980, en que pasó a ocupar el puesto honorario de Director Emérito. Durante todos esos años en un México muy incipiente en la cultura científica, el maestro Zubirán impulsó en forma decidida la formación de investigadores y el apoyo a la investigación científica, así como la enseñanza, lo que convirtió al Hospital, hasta la fecha actual, en el sitio más codiciado y buscado para realizar las residencias de posgrado. Esto se vio reforzado además porque desde el principio de la vida del Hospital el maestro Zubirán lo ligó en forma casi covalente a la Universidad Nacional Autónoma de México, de la cual Zubirán fue Rector. En la década de los 70s el hospital se mudó a un nuevo predio en el sur de la ciudad, en lo que hoy conocemos como la zona de hospitales, se construyó por primera vez una unidad específicamente dedicada a la investigación científica y su nombre pasó a ser el de Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán.

Con el tiempo y el cambio de nombre, la población empezó a confundirse, ya que muchos no entendían que el Instituto de Nutrición era un hospital. Por esta razón, en la década de los 90s, el entonces Director General, Dr. Donato Alarcón Segovia logró obtener la autorización para cambiar el nombre a Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, con lo que queda más claro en su nombre lo que hacemos. De cualquier forma, los que aquí trabajamos, los pacientes y todos aquellos que han tenido que ver con él, lo conocemos cariñosamente como Nutrición.

Archivo

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El Instituto llega a este 75 aniversario consolidado como una institución de excelencia. En donde la atención clínica, la investigación y la enseñanza tienen un peso similar y se hacen de la mejor calidad posible. Nuestro lema es “hacia la excelencia”, porque sabemos que esta nunca se alcanza, pero siempre hay que ir hacia ella. Los más de 18 meses que llevamos enfrascados en esta pandemia de COVID-19 han permitido, hacia el interior y el exterior del Instituto, reafirmarnos como una Institución que sabe enfrentar los problemas, que lo hace con la mejor cara posible, que privilegia la atención de quienes menos tienen y que fundamenta su trabajo en la investigación científica y la enseñanza. Durante la pandemia nos convertimos en un referente para otras instituciones. Tenemos unos números que impresionan, pero más aún, cuando la gente hace consiente que el Instituto ocupa apenas una cuadra en la Alcaldía de Tlalpan. En lo que va de la pandemia se han atendido más de 36 mil pacientes con COVID y más de cinco mil de ellos requirieron hospitalización. Se han generado más de 180 protocolos de investigación en COVID y se han publicado más de 150 artículos científicos en revistas nacionales e internacionales sobre diversos aspectos de esta enfermedad. Hemos participado en varios proyectos de nivel internacional para la búsqueda de alternativas terapéuticas, como fue el caso de los estudios con Remdesivir o con Molnupiravir y hemos generado ideas originales para este efecto, como fue el ensayo clínico que mostró que la piridostigmina es útil para reducir la mortalidad por COVID en pacientes hospitalizados. En 2021 el Instituto fue reconocido por la revista Newsweek dentro de la lista de los mejores 200 hospitales de especialidad en el mundo. Todo esto es el resultado del trabajo de diversidad de personas a lo largo de 75 años.

Los festejos tuvieron que ser por vía virtual, pero no por eso dejaron de estar a la altura de la circunstancia y del Instituto. En una espectacular mañana del 12 de octubre tuvimos una ceremonia encabezada por nuestro Director General Dr. David Kershenobich, el Secretario de Salud, Dr. Jorge Alcocer y el Rector de la UNAM, Dr. Enrique Graue. Después escuchamos tres espléndidas conferencias. Una de humanismo, dictada por la Dra. Rosa Beltrán, escritora y catedrática intitulada “El miedo en el cuerpo”, la segunda presentada por el Dr. Roger Glass, Director del Centro Internacional John E. Fogarty del Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, sobre la investigación global en salud en la era post-COVID y finalmente, una bellísima conferencia de Harvey James Alter, Premio Nobel de Medicina y Fisiología 2020 sobre hepatitis C intitulada “El final del inicio y posiblemente el inicio del final”, en la que mostró con claridad el poder que tiene la investigación científica para detectar, analizar y atacar un problema de salud pública como la hepatitis C. Para quienes hemos perdido un ser querido por consecuencia de la hepatitis C, la conferencia resultó particularmente emocionante. Morirse por esta enfermedad ya empieza a ser cosa del pasado.

                                                                         Dr. Gerardo Gamba

         Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición                                                                            Salvador Zubirán e

                 Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM