Opinión

Una activista en la Suprema Corte

El presidente López Obrador usó la prerrogativa que la ley le otorga para nombrar de manera directa a una nueva ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Se decantó por Lenia Batres, hermana del jefe de Gobierno de la CDMX, y que trabajaba en la consejería jurídica la Presidencia. O sea, que era su empleada.

Lenia Batres, nueva ministra de la SCJN

Lenia Batres, nueva ministra de la SCJN

Cuartoscuro

Lenia lleva a la Corte la agenda que ha delineado el presidente: reducir el número de empleados, bajar los sueldos, que la selección de ministro sea por voto popular y, claro, combatir lo que la 4T considera políticas neoliberales.

Batres se suma a las ministras Loretta Ortiz y Yazmín Esquivel para conformar un bloque obradorista en la SCJN. A diferencia de las otras dos ministras, Lenia está curtida en el forcejeo cuerpo a cuerpo, en la lucha política en la que se valen todo tipo de golpes. Será una activista ruda en la Corte.

Festejo anticipado

Quienes pensaban que el fiscal de Morelos, Uriel Carmona, pasaría las posadas a la sombra, tendrán que postergar el festejo.

El Congreso local de Morelos no tiene prisa por secundar a la Cámara de Diputados federal y dejó lo del desafuero para después, para el 2024. Por lo pronto Carmona sigue en su cargo y las autoridades ministeriales no podrán ejercer acción penal en su contra.

No es primera vez que el Congreso local para la ofensiva en contra del fiscal, entre otras razone porque los órganos federales no se toman la molestia de comunicarles sus decisiones.

Por una clara mayoría, los diputados locales resolvieron no homologar el juicio de procedencia de San Lázaro, por lo que el fiscal se queda dónde está y será hasta el año próximo cuando el tema se retome

El fiscal mantiene su inmunidad procesal, los que quieren verlo en prisión tendrán que esperar sentados.

Ruvalcaba con Sheinbaum

Lo cierto es que Adrián Ruvalcaba hizo un buen trabajo en Cuajimalpa, donde recibió varias veces el apoyo de la población en las urnas, que es donde cuenta.

Salió de la alcaldía para buscar la nominación para competir por la jefatura de Gobierno por parte del que fuera su partido, el PRI.

Pero la dirigencia nacional del PRI ya tenía compromiso por otros lados y nunca tomó en serio las aspiraciones legítimas de Ruvalcaba, que es uno de los pocos priistas capitalinos, acaso el único, con récord ganador.

Adrián nunca ocultó su decepción y molestia. Lo dijo así a quien quiso escucharlo. Ayer en la tarde Ruvalcaba dio el siguiente paso, renunció al PRI y dijo que apoyará las aspiraciones de la doctora Sheinbaum sin sumarse, aclaró, a Morena. La dirigencia nacional del PRI cosecha lo que siembra.

Ayotzinapa se enreda más

Como se recordará el presidente López Obrador asumió de manera personal la investigación del caso Ayotzinapa, cuyo pleno esclarecimiento es una de las promesas incumplidas de la 4T.

Sin experiencia en la investigación, el mandatario encontró algo “muy raro”, ya que grupos de asesores de los padres de los normalistas ayudaron a liberar a los supuestos culpables.

El presiente acusó al Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez de ayudar a los responsables con el argumento de que fueron torturados, trabajando así al mismo tiempo para las víctimas y los victimarios.

Lo hicieron para socavar las instituciones, denunció el presidente y dijo que hoy mismo se lo comunicarán a los padres de los normalistas.

En esas andaba el mandatario, regodeándose en su descubrimiento, cuando los mandos de la Compañía de Jesús en México salieron a respaldar el trabajo del Centro Prodh. Los jesuitas se manifestaron en contra, de manera enfática, de las descalificaciones injustas.

Lo que se dice es que el presidente intentó descalificar al Centro por su activismo en el tema de las personas desaparecidas, justo cuando el gobierno hace esfuerzos por hacer un nuevo censo que reduzca el número de desaparecidos.

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