Opinión

El avance de la medicina en el 2021

Continuemos con esta segunda parte de “el avance de la medicina en el 2021” en el que estamos revisando avances importantes de medicina publicados en el New England Journal of Medicine y que fueron seleccionados por los editores dentro de los artículos más relevantes del año.

Un artículo publicado en marzo 18 presentó los resultados obtenidos en un estudio con semaglutida, como inductor para reducción del peso. Sabemos que la obesidad es un problema muy frecuente y complejo de resolver, para el que no existen tratamientos farmacológicos que sean útiles, por lo que solo pueden manejarse con cambios en el estilo de vida, lo que la mayor parte de la gente no está muy dispuesta a hacer. La semaglutida es un hipoglicemiante que se utiliza en el tratamiento de la diabetes mellitus. Se aleatorizaron 1,961 sujetos con índice de masa corporal por arriba de 30 (lo máximo normal es 25 y de 25 a 30 se considera sobre peso. Por arriba de 30 es obesidad). En un ensayo clínico controlado doble ciego se administró una vez por semana semaglutida subcutánea, o placebo, a razón de 2:1, además de cambios en el estilo de vida y dieta en ambos grupos. El seguimiento se realizó por 68 semanas. Al final, la reducción de peso fue de -14.9 % en el grupo de semaglutida, contra -2.4 % en el de placebo. La diferencia fue significativa. La semaglutida causó molestias gastrointestinales diversas que hicieron con más frecuencia detener su uso (4.5%) que el placebo (0.8%). Es el primer medicamento que parece tener un efecto útil para ayudar a la pérdida de peso, sin que los efectos secundarios prevengan su utilización.

La tuberculosis pulmonar continúa siendo un problema importante de salud pública y aunque existe tratamiento, se deben administrar con varios medicamentos durante un período de seis meses, lo que resulta en la práctica un tratamiento que con frecuencia es abandonado. Por eso, reducir el tiempo de tratamiento sería ideal para que más pacientes lo completen. En un estudio publicado el 6 de mayo se mostró que, si en vez de utilizar rifampicina en el esquema de tratamiento se utiliza rifapentina, en particular combinada con moxifloxacina, el tratamiento en cuatro meses es igual de efectivo que el de seis para mantener al paciente sin tuberculosis hasta doce meses después de terminado el tratamiento, lo que sugiere que se puede acortar con este medicamento el tiempo de terapia.

En otro trabajo publicado en junio 10, el tratamiento no fue para pacientes sino para mosquitos. El mosquito Aedes aegypti que transmite el dengue lo hace con mucho menos eficiencia si está infectado con la cepa wMel de la Wolbachia pipientis. En un estudio en Indonesia se liberaron wMel- Aedes aegypti en 12 conglomerados geográficos y se tomaron otros 12 similares como control. En todos se realizaron medidas para el control del mosquito. Al final del estudio se comprobó dengue en 67 de 2,905 (2.3%) participantes de los conglomerados con wMel- Aedes aegypti, mientras que en los controles fueron 318 de 3,401 (9.4%), por lo que se concluye que sustituir al A aegypti por el wMel-A aegypti es útil para reducir la frecuencia de dengue.

Un estudio publicado el 19 de agosto tiene que ver con uno de los padecimientos más frecuentes e incapacitantes que existen. Se trata de la migraña. Este es un dolor de cabeza de origen vascular y quien lo padece tiene con frecuencia dolor de cabeza incapacitante, asociado a un malestar general intenso, náusea y con intolerancia a la luz. En este trabajo se probó la utilidad de un nuevo medicamento conocido como atogepant que es un antagonista de un receptor relacionado con la calcitonina. Se estudiaron adultos que tuvieran entre 4 y 14 episodios de migraña por mes, para determinar si el atogepant administrado en forma profiláctica (diario) puede reducir la frecuencia de ataques de migraña en un período de 12 semanas. El resultado fue que, aunque no espectacular, el atogepant fue útil para reducir la frecuencia de ataques, sin efectos secundarios importantes, con excepción de un poco más frecuencia de constipación que el placebo.

Dos trabajos publicados el 4 de noviembre tienen que ver con un aspecto social de la medicina. La fórmula que se utiliza con frecuencia para estimar la tasa de filtración glomerular (medida de función renal) con base a la creatinina sérica, incorpora la edad y el sexo y, como sobreestima el resultado en población de raza negra, debe incorporar esta variable, que es más social. Estas fórmulas son necesarias en la práctica clínica diaria porque medir la filtración glomerular es laborioso y consume tiempo, por lo que no puede hacerse como un examen de rutina. Los dos trabajos muestran que utilizar cistatina C, una proteína de bajo peso molecular en el plasma, que funciona como otro marcador de función renal, permite eliminar la necesidad de incluir la raza del enfermo, sin sobreestimar la filtración glomerular.

El resto de los trabajos tienen que ver con asuntos complejos de medicina traslacional con tratamientos moleculares en enfermedades hereditarias como la anemia de células falciformes o la amiloidosis por transtiretina, que son más complejos de explicar en pocas palabras y de menos interés para el lector general, como la hipertensión, obesidad, diabetes, tuberculosis, COVID, insuficiencia renal o migraña que forman parte de los trabajos comentados. La idea de estas líneas fue mostrar que la medicina sigue avanzando en varios frentes que incluyen desde la medicina molecular, hasta los aspectos sociales de la práctica clínica. Confiemos en que seguiremos viendo avances de interés durante el presente año.

Gran avance de la medicina en los últimos años.

Gran avance de la medicina en los últimos años.