Opinión

La cadena de mando

El gobierno federal acusó al coronel José Rodríguez de ordenar el asesinato y desaparición de los cuerpos de seis normalistas de Ayotzinapa que sobrevivieron a la noche triste de Iguala, pero no a la acometida del militar.

Es una acusación gravísima, después de la cual nada puede ser igual.

La intervención directa de soldados en ese caso hace evidente una acción concertada por lo menos entre autoridades y policías municipales de Iguala, los Guerreros Unidos y ahora personal del 27 Batallón de Infantería.

¿Cuál es el origen de esa bizarra complicidad? ¿Qué cemento los une? La única respuesta a la mano es el negocio de las drogas que se generan a partir de la amapola, heroína, sobre todo. Es una afirmación devastadora, es verdad, del mismo nivel que la acusación.

El asunto que genera escalofríos, es que el coronel Rodríguez no se mandaba solo, nadie en el Ejército lo hace, por lo que seguir la ruta de la cadena de mano marcará un antes y un después en la historia del instituto armado.

Juego para Cuauhtémoc

El gobernador Cuauhtémoc Blanco le ganó otra partida Rabindranath Salazar ya que logró que su medio hermano, Ulises Bravo, se quede con la presidencia del CEE de Morena en Morelos.

Salazar quería para ese puesto al diputado José Ambrosio que se quedó cerca de lograrlo pues la votación fue 25-24, por lo que no sería extraño que se demandara la repetición del proceso pues se anuló el voto de un simpatizante de Ambrosio.

Lo que dicen allá es que Morena quedó partido por la mitad. No hay señales de que los duelistas estén interesados en una operación cicatriz. Rabindranath no ve la suya con Blanco que le gana de todas, todas.

Ulises Bravo juega con desenfado y eso le ha permito competir y ganar contra los cuadros morenistas más antiguos de la entidad que denuncian que los oportunistas se agandallan el partido, pero nadie los escucha.

Mier pisa fuerte

En Puebla, la batalla principal por la gubernatura se dará, de hecho, se está dando, al interior de Morena.

El gobernador Barbosa ya dejó en claro que no quiere a Ignacio Mier de candidato, mientras que el diputado suma apoyos y crece.

La pregunta es si el desencuentro terminará en choque y esto abra la rendija para que la oposición retome el poder en una plaza donde el PAN y PRI están esperando que Morena tropiece.

Barbosa está enojado con el gobierno federal porque siente que lo quieren dejar fuera de la jugada sucesoria. De hecho, le exigió al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, que no desequilibre la competencia.

Lo que se dice en la Angelópolis es que el equipo del gobernador ya tiene lista una denuncia formal por actos anticipados de campaña contra su correligionario, para tratar de descarrilarlo.

En su reciente informe de labores, en el Cholula Center, Mier recibió los gritos atronadores de ¡Gobernador, Gobernador! que le cayeron como patada al hígado a Barbosa.

Jaloneo por la mesa

La visibilidad que otorga la presidencia de la Mesa Directiva del Senado tiene a media docena de morenistas salivando por el puesto.

Unos lo quieren para hacerle la vida de cuadritos a Ricardo Monreal, otros para usarlo como plataforma para buscar una gubernatura en el 2024 y alguno, como Higinio Martínez, como premio de consolación y reconocimiento por su disciplina al acatar la “encuesta” que encumbró a la maestra Delfina Gómez como candidata para el Edomex.

Monreal asegura que puede trabajar con cualquiera, pero eso está por verse, ya que hay algunos que tienen la encomienda de no dejarlo trabajar.

Por eso, para que ninguna mano mesa la cuna, quieren dejar la decisión a la Diosa Fortuna, y que el nuevo presidente sea producto de una tómbola, con lo que se confirmará que Morena no puede con las elecciones, ni las grandes ni las chiquitas. No puede.