Opinión

¡Carajo!, hasta en sus tierras, comunidades o en defensa de su libertad, terminan asesinados

Animalidades

Animalidades

Con esto de que en redes sociales cualquier información puede resultar falsa, por mejor armada que esté e incluso hasta presentada con imágenes que se advierte: “pueden herir susceptibilidades”, hay hechos que de todas formas prenden porque, sí o sí, sucedieron. ¿Dónde y cuándo? a saber, como no se viralice el caso, tal como sucedió recientemente con un jaguar eliminado supuestamente por haberse ido sobre un trabajador del Tren Maya, persona que por las imágenes que circularon no parecía trabajador de esa obra, pero sí mal herido en la nuca, motivo que de entrada me hizo dudar de la información ante lo determinante, sorpresivo y certero que suele resultar un golpe así procedente de un experto cazador, además, aparentemente de talla respetable a decir de la primera fotografía donde el animal aparece agonizante, de espaldas a la cámara y con fuerte hemorragia, pero con la cabeza erguida, aunque ya en una segunda y de frente, lo anterior pudiera obedecer a que le fue colocado un tronco bajo la quijada, a manera de poste-sostén. Otro punto que llamó mi atención fue la tranquilidad con la que esa “fiera” herida permanecía en un local pavimentado, donde aparte de haber varios humanetes chancludos a su alrededor se puede ver a un perro olisqueando un rincón lejano al sangrerío. Imposible. Sin embargo la duda quedó en mi, partiendo de que este julio fue un mes especialmente desastroso en atropellamientos y muerte de jaguares (por cierto, brillante… lo que le sigue… la caricatura de Alarcón al respecto), no omitiendo recordar que a principio de año se supo que allá en Campeche habían asesinado a un precioso jaguar cuyos restos fueron regados en la selva, y lógico era dar por cierto lo visto, que a pronto fue desmentido por Javier May, Director General de FoNaTur, agregando que, efectivamente, era un hecho cierto pero acontecido en Venezuela. Fin del cuento. Atenta en ello me encontraba cuando…

Comenzó a compartirse un video por Twitter (todavía no identificado con la X de Xóchitl), donde ya de noche puede verse una troca siendo conducida imprudencialmente sobre un camellón donde dormían plácidamente varios perros, a los que sin miramiento alguno el tipejo-conductor, identificado como “César A”, les pasó por encima. Según, uno quedó mal herido, otro muerto y uno más salió disparado sin rumbo fijo. Dicen que no es la primera vez que este loco hace lo mismo en la calle San Lorenzo del fraccionamiento Malta de Cuatlancingo, en Puebla, Estado que al parecer busca ser campeón olímpico en crueldad animal y, ¡OJO!, porque esa maldad escala.

Para terminar la funesta semana, se vino a conocer sobre el vil e improcedente asesinato de los chimpancés CHITA y PANCHO, abatidos por personal del Ejército Nacional de Colombia, en concatenación con la policía y el Cuerpo de Bomberos de Pereira, lugar del hecho, cuando en busca de la libertad esas dos criaturas esperaron por el mínimo error humano que les permitiera escapar del Bioparque Ukumarí, donde eran dos personajes enormemente apreciados. Como todo sitio que resguarda fauna silvestre, el lugar cuenta con un código especial para responder protocolariamente a estas situaciones comunes… si lo sabré… pero como los primates se salieron del perímetro, logrando primero recorrer, juntitos y curiosos, pues, varias zonas de la capital risaraldense, y ya luego separados, buscando uno diversión cual niño, en el Parque Consotá, las cámaras del gran hermano los fueron tomando y difundiendo sus imágenes hasta que su captura se convirtió en fusilamiento a causa de temor humano infundado, revestido de protección a la vida humana. Tan equivocado manejo tiene muy irritada a la comunidad de la zona, que esperemos no deje el enojo en fase de lamentos y proceda a una formal denuncia. Y que no me vengan con cuentos, porque si la justicia colombiana se fue sobre el hijo del presidente Petro, con mayor razón sobre los culpables de este escape y posterior matanza de dos seres que iban felices descubriendo la libertad, pero, como leí recientemente en una comunicación del Movimiento Animalista de Córdoba, Argentina: “Los Zoos matan de varias formas, terminan con el espíritu salvaje del ser animal, los sume en un tiempo de espera interminable, alejados de la naturaleza de su especie. Así matan el sentido de sus vidas, sobreviviendo hasta que llega su final que a muy pocos les importa”.

producciones_serengueti@yahoo.com

marielenahoyo8@gmail.com