Opinión

Chiapas a la deriva

El drama que han vivido cientos de personas de la región Sierra de Chiapas ante la violencia generada por los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, es algo de verdad preocupante. Han llegado cientos de ellos entre niños y mujeres, con crisis nerviosas por haber tenido que dejar sus comunidades y viviendas, porque según dijeron, los criminales los obligan a unirse a sus organizaciones. El gobierno de Guatemala se ha visto generoso y solidario con estas personas al recibirlos en albergues instalados para ayudarlos, donde les proporcionan alimentos y demás enseres básicos.

Refugiados mexicanos en Huehuetenango, Guatemala

Refugiados mexicanos en Huehuetenango, Guatemala

EFE

Ante esta situación sin precedente el gobierno local que encabeza Rutilio Escandón ha sido omiso al no enfrentar el problema brindando apoyo a los afectados. Seguramente espera la entrada de su sucesor Oscar Eduardo Ramírez Aguilar el próximo 8 de diciembre para que él se haga cargo del problema y tome decisiones de fondo para resolver el complicado tema de la migración.

La decisión de no enfrentar a los cárteles que tienen una presencia cada vez más relevante en casi todo nuestro país deriva de la política que este gobierno ha seguido de evitar enfrentamientos, con el pretexto de salvar vidas. No importa que miles de compatriotas de diversas regiones y estados sufran diariamente extorsiones, plagios, asesinatos y masacres.

Seguramente al inicio del nuevo gobierno que entrará en funciones en octubre, Omar García Harfuch, ya como secretario de Seguridad Pública, se verá obligado a dar un giro de 180 grados respecto a la estrategia para enfrentar a los criminales en Chiapas. No será fácil ese reto ante la necesidad que tendrá de convivir con funcionarios emanados del gobierno de la 4T, como Rosa Isela Rodríguez quien tendrá a su cargo la Secretaría de Gobernación y que esperamos, al ver los malos resultados por la estrategia seguida en Chiapas, lo que nadie puede negar, cambie su visión sobre la inseguridad que priva, no sólo en Chiapas sino en gran parte el país.

La falta de una estrategia de seguridad realista y contundente en Chiapas, ha permitido el establecimiento de diversas organizaciones criminales, que por esa política equivocada, se ha propiciado que los criminales controlen a las corporaciones policiacas del estado.

Sólo del 1 de enero al 8 de julio de este año, se han registrado 500 víctimas de homicidio doloso, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en un sólo día de junio pasado, se registraron 89 personas asesinadas. La realidad de Chiapas que es desastrosa, ha dejado atrás las cifras de homicidios ocurridos en Guanajuato y Zacatecas.

El gobierno del estado ha bajado la guardia ante los cárteles que pelean por el control de las rutas de la droga y migrantes sembrando de terror a importantes zonas del estado.

De acuerdo con datos proporcionados por el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas, ha habido un desplazamiento masivo cercano a 10 mil personas de los municipios de la Concordia, Frontera Comalapa, Chicomuselo, Chapultenango y Tila. Los cobros de piso y extorsiones se han normalizado en diversos municipios como en San Cristóbal de las Casas, situación que ha ahuyentado al turismo, afectando otra fuente de ingresos para los lugareños.

Con su mal gobierno, el estado se ha convertido en un cómplice de los criminales que se han ido adueñando del estado, lo que es una verdadera pena para un estado tan bello, que ofrece atractivos excepcionales para los visitantes extranjeros y nacionales.

Seguramente la doctora Sheinbaum, una vez en la presidencia, no será indiferente ante una situación tan peligrosa; de ahí el nombramiento de Omar García Harfuch, quien representa, por su experiencia en el sector, una promesa para afinar los sistemas de inteligencia del estado mexicano, así como las estrategias que permitan enfrentar con éxito, a los distintos cárteles que operan en el país

Lo sucedido la semana pasada con la captura del Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López, por parte del gobierno de Estados Unidos, que nunca avisó a nuestras autoridades de su operación en el territorio mexicano, así como las amenazas de Trump, si llegara al poder, de intervenir ilegalmente en México para acabar con lo cárteles, es un aviso para que nuestro país se ponga en guardia y de a conocer su decisión de atacar fuertemente a los criminales, dejando claro que México tiene lo necesario para enfrentar al crimen organizado y no permita la intervención extranjera.

@fer_martinezg

fermx99@hotmail.com

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