El Papa Francisco presidió este fin de semana un nuevo Consistorio en el que creó a 20 nuevos cardenales para aproximarse al número de 120 que debe tener el Colegio Cardenalicio en edad de votar, según lo estipulado en el Derecho Canónico, y que son los encargados de elegir pontífices cuando estos fallecen o renuncian, además de que son asesores muy cercanos al Papa.

El Papa Francisco ha privilegiado a Latinoamérica y a aquellos países que antes, ni siquiera podían imaginar que llegarían a tener un cardenal. Esta vez, concedió la distinción a Paraguay, que ya tiene su primer cardenal, Mons. Adalberto Martínez Flores, Arzobispo de Asunción; Leonardo Ulrich, de Brasil; Paulo Cezar Costa, Arzobispo de Brasilia, y Jorge Enrique Jiménez Carvajal de Colombia.

También designó cardenal a Anthony Poola, quien pertenece al más discriminado de los grupos sociales de India, la casta de los dalit, al grado de que los califican como intocables porque quien lo hace se vuelve impuro, por lo que sufren gran marginación.

En su composición actual, la mayor parte de los cardenales en edad de votar, para ser precisos, 83 menores de 80 años, y han sido designados por Francisco quien les ha impuesto su sello personal, de modo que su sucesor posiblemente estará muy influenciado por las actuales ideas del Santo Padre y por sus programas pastorales y de gobierno.

En estos momentos, Estados Unidos es el segundo país con más número de cardenales, que son 10, después de Italia que tiene 20. En la lista también aparece en Arzobispo de san Diego, California, Robert W. McElroy, lo que ha causado polémica.

Entre los nuevos cardenales, algunos son de Goa, Marsella, y Timor Oriental, y Ghana, Singapur y Mongolia.

El Papa entregó a cada uno, el añillo, el birrete y la asignación del título concediendo a todos la titularidad de una parroquia en Roma, pues se convierten en párrocos de la Ciudad Eterna, que es el origen de estos cargos distintivos que otorga el papa.

El Colegio Cardenalicio se ha vuelto más plural con Francisco, aunque ciertamente, algunas diócesis prestigiadas que por tradición de siglos han sido herederas de este privilegio, ahora han perdido dicha representación para favorecer, por ejemplo, a Haití o algunos países africanos o de Asía en donde ni siquiera hay mayorías católicas.

Durante el Consistorio, el Papa Francisco les recordó que “el Señor quiere comunicarnos su valentía apostólica, su celo por la salvación de cada ser humano, sin excluir a nadie,” y a los sacerdotes que son ancianos se refirió como “el tesoro de la Iglesia.”

Francisco, en sus 9 años de pontificado que inicio en marzo de 2013, también ha designado cardenales a arzobispos y obispos de edad avanzada, que incluso, ya son eméritos, como un reconocimiento a su trayectoria en la Iglesia.