A la alcaldesa de Cuauhtémoc no le gustan lo pobres y lo ha gritado a los cuatro vientos, en reiteradas ocasiones, aunque jamás había tocado el tema de manera formal hasta su comparecencia al frente de diputados para pedirles más dinero para el próximo año.

Tal parece que a la mujer se le olvidó que la mayoría de la votación que obtuvo fue en las zonas marginadas de la demarcación donde le prometió a la gente, igual que lo hizo Morena, mayor prosperidad y un cambio de vida.

La declaración causó la indignación de Valentina Batres, quien no aguantó el sarcasmo de la que vive en Azcapotzalco, pero por dedazo le tocó gobernar Cuauhtémoc.

La hermana del secretario de Gobierno, Martí Batres, la cayó de golpe, sin embrago eso no le importó a la edil que seguía con su ponencia sin importar que la presidenta de la Comisión de Presupuesto le dijo que se había acabo el tiempo de su intervención.

“No me gustan los pobres, a los pobres les doy herramientas para que les vaya bien”, sentenció con sonrisa en la boca.

No sólo eso, cuestionó el trabajo de los legisladores asegurando que no conocen del trabajo cultural que se hace en una alcaldía y alardeó con los eventos que se han hecho en la demarcación sin costo alguno… ¿se le habrá olvidado a la alcaldesa que le renunció el que le conseguía los eventos gratuitos?

Por cierto, él encabezó la lista de quienes dijeron adiós a la alcaldía porque no aguantaron la soberbia y malos tratos de Sandra Cuevas.