Opinión

Defender a la UNAM

Los actuales mandos de la 4T, la ministra de la SCJN bajo sospecha, e incluso las autoridades universitarias se irán pronto a seguir con sus vidas en otro lado, pero la Universidad Nacional Autónoma de México se queda como baluarte de la educación superior en el país.

Es una institución toral para el México moderno cuya construcción en el pasado y proyección hacia el futuro no se entenderían sin la participación de los universitarios en todos los ámbitos del quehacer nacional.

La divisa es que los apetitivos de poder de algunos, muy pocos, no descarrile a la universidad que tiene que estar más allá de las batallas de coyuntura de personajes de paso fugaz, pero peligroso, por el escenario público.

Lo que les duele de la UNAM a la gente del poder es su autonomía. No pueden soportar que defina su propio camino.

El rector de la UNAM aseguró que convocará a autoridades universitarias para analizar sanción por plagio de tesis

El rector de la UNAM aseguró que convocará a autoridades universitarias para analizar sanción por plagio de tesis

Cuartoscuro / Daniel Augusto Sánchez Moreno

La comunidad universitaria debe tener la certeza de que la nación en su conjunto, comenzando por aquellos que se han beneficiado de las enseñanzas recibidas en sus aulas, está lista para defender a la UNAM, comenzando por su acechada autonomía. Son tiempos de definición.

Senador resiliente

Al interior de Morena, el senador Ricardo Monreal da un paso adelante y dos atrás. Consiguió, después de meses de forcejeo, que consideraran su nombre en el listado extendido de las corcholatas.

La verdad que se trata de un gesto de civilidad para contener rupturas anticipadas, pero en realidad el lance se decidirá entre los hermanos del presidente, a saber, Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López y Marcelo Ebrard.

Monreal reiteró ayer lo que todos saben, en esa carrera no hay piso parejo. Él, por ejemplo, está frente a una montaña escarpada, y otros avanzan, desde hace meses, en bici de bajadita.

Diciembre no fue un buen mes para Monreal y lo que va de enero tampoco. Pero como él mismo lo dice, es un resiliente político, o sea que le pone buena cara al mal tiempo, por lo que podría retomar el impulso en los próximos días para ser, como es su aspiración personal, uno de los protagonistas del 2024.

Regreso a la academia

La gestión de Lorenzo Córdova al frente del Instituto Nacional Electoral será recordada por su resistencia a la acometida del gobierno federal que ha intentado, por las malas y por las peores, asumir el control del órgano electoral que ha dado estabilidad política y gobernabilidad democrática al país.

Lo de la ofensiva no es una interpretación de señales ambiguas, nada de eso. El propio presidente de la República, desde Palacio Nacional, está a la cabeza de la caballería que un día y otro también se va sobe Córdova y sobre el también consejero Ciro Murayama.

Ambos dejarán en breve al INE. Contra lo que aseguró el gobierno de que serán candidatos de la oposición, ambos han dicho que se dedicarán a la academia, que es su origen, y también al debate político en los medios, pero no las actividades partidistas.

¿Toda la culpa es de Layún?

Se dirá que se trata de un episodio pueril sobre el que no vale la pena detenerse, pero la decisión de tres jugadores de futbol, uno activo y dos en retiro, de expresar sus simpatías por el secretario de Gobernación, con quien se sienten Augusto con su desempeño, puede encerrar riesgos severos para los implicados.

Como se trata de una acción fuera del calendario electoral la principal víctima podría ser el propio secretario que por eso ya pidió a los jugadores que no coman ansias y esperen los tiempos. No falta mucho.

Es una lección para otros acelerados, pero también muestra el camino para jugadas chuecas de los oponentes que hagan proselitismo indebido para afectar a un rival.

Ya pasó cerca la bala con el caso de los espectaculares con la silueta de la jefa de Gobierno de la CDMX, que tuvieron que ser bajados de inmediato y ahora Adán Augusto está en aprietos.

Será que todo es culpa de Layún.