Opinión

La educación de la 4T (2a parte)

Acabar con la educación tal y como ha sido hasta ahora, es lo que propone la SEP en el marco teórico para los nuevos planes de estudio de educación básica. Los argumentos para reinventar la educación básica (EB) nacional son múltiples.

La educación hasta ahora, dice, se gestó como parte del proyecto modernizador que impulsó el Estado de la Revolución Mexicana --y que, más tarde, respaldaron los neoliberales. Esta educación ha sido colonizadora porque ha desarraigado a los mexicanos de sus comunidades y contextos originales.

TOLUCA, ESTADO DE MÉXICO, 04ENERO2022.- Las escuelas del Estado de México regresaron a clases de manera escalonada, como se veía manejando, y las medidas que se tienen al interior y exterior de las aulas continúan reforzándose para evitar que los estudiantes que acuden se contagien de COVID-19, de acuerdo al Gobernador Alfredo de Mazo, el regreso presencial en su totalidad sería hasta el mes de febrero si las condiciones del semáforo epidemiólogo continúa como hasta ahora. FOTO: CRISANTA ESPINOSA AGUILAR /CUARTOSCURO.COM

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Crisanta Espinosa / Cuartoscuro

Sorprende la extraña concepción histórica que sustenta a ese marco teórico. No se apoya en la bibliografía consagrada y definen la modernización no como resultado de procesos impersonales sino como producto de acciones intencionales dirigidas desde el Estado. Propone cuatro elementos que caracterizan al proyecto modernizador, estos son: 1) Nacionalismo. 2) Mestizaje, 3) Positivismo y 4) Patriarcado.

Construir una nación de mestizos se convirtió en la principal política del Estado. Ese objetivo explica el carácter de la educación básica, una educación que se propone como educación “universal” y/o “nacional” pero que hace omisión de la diversidad y de los contexto sociales y culturales de procedencia del alumno.

La realización del proyecto modernizador tuvo dos vertientes, dice la SEP: a) por un lado, hizo una revolución cultural para cambiar la mentalidad de los mexicanos, tarea que realizó la educación pública; b) segundo, hizo una revolución antropológica, dirigida a promover el mestizaje y erradicar herencias indeseables como el componente indígena.

La revolución cultural se hizo a través de la educación escolar que difundió la cultura occidental o moderna (a través del castellano) y, en cambio, desatendió las culturas indígenas. La revolución antropológica fue consumada por el Estado con una “reingeniería social” (sic) que fue operada por antropólogos, sociólogos, abogados, médicos y psiquiatras.

El objetivo de la revolución antropológica, dice el documento, era “forjar una nueva sociedad integrada por ciudadanos racialmente homogéneos, moralmente regenerados, física y mentalmente sanos, trabajadores activos y miembros de una familia”.

La narrativa evoca –involuntariamente-- otros proyectos de desarrollo social con objetivos raciales como fue el de Alemania entre 1933 y 1945. Igual que en Alemania, en México se desplegó toda una tecnología para crear la homogeneidad racial.

Dice el texto: se institucionalizó la biotipología “que posibilitó la aplicación de pruebas estandarizadas a la población que sirvieron como dispositivos de control…En ese proceso, los niños y las niñas de la escuela, las poblaciones indígenas, los hombres de clase media, así como otros grupos, fueron objeto de una gama extensa y novedosa de intervenciones médicas con el objeto de cuantificarlos y clasificarlos”.

“Desde la década de 1930 –agrega-- médicos, juristas y antropólogos mexicanos recurrieron a la biotipología en un esfuerzo por entender y organizar el mundo social”. Fue –continúa el documento-- un programa de integración racial: la transfiguración físico-biológica a través de la fusión étnica”. (Continuará)