Opinión

La educación de la 4T (6a parte)

La propuesta de planes de estudio ha pasado por las asambleas estatales sin pena ni gloria. Claro, los funcionarios la elogiaron, pero eso no significa que haya conquistado consenso; simplemente no se discutió.

Algunos elementos aislados de la propuesta son atractivos para los docentes: el trabajo por proyectos, la autonomía profesional de docente, etc. Pero los maestros ignoran que, de aprobarse estos nuevos planes de estudio, tendrán que modificar el 100% de sus prácticas. Otros motivos fuertes para criticar esta propuesta son los siguientes.

1) Los planes de estudios ya están elaborados y en su elaboración no participaron los docentes. En las asambleas intervienen sobre todo autoridades.

2) La propuesta que se presenta es, sin embargo, incompleta, parcial, llena de lagunas. Suscita más preguntas que respuestas.

3) Pero la ambición especulativa de los autores no tiene límites. Con el nuevo proyecto educativo quieren borrar toda la obra educativa anterior y empezar de cero. Quieren rehacer al sistema educativo bajo “un nuevo paradigma”.

4) Pero los elementos del nuevo paradigma son en su mayor parte disparos al aire, formulaciones vacías o metafísicas, sin antecedentes teóricos o prácticos en la historia educativa del mundo.

5) Se quiere eliminar todo lo propio de la cultura moderna-occidental; por ejemplo, acabar con el individualismo, para ello colocan en el centro de a educación no al alumno sino a la comunidad. ¿Qué significa esto? Todo y nada. Es retórica. La comunidad sólo metafóricamente puede ser sujeto de educación.

6) Existen algunas pedagogías comunitarias (como las de Paul Nathorp y Antón Makarencko) pero todas ellas apuntan a educar al alumno individual. Educar a la comunidad no es objeto de la educación.

7) En el proyecto SEP se olvida además que la escuela es un órgano del Estado y que la Constitución ordena que a ella (al Estado) corresponde la rectoría de la educación y no a la comunidad, que es parte del orden civil.

8) Se omite también la norma constitucional que dispone que la educación que imparta el Estado debe basarse en el conocimiento científico, ser universal y ser laica, valores que se ponen en entredicho cuando se pretende subordinar la escuela a la comunidad y educar a través de una mezcla confusa de conocimientos escolares con “saberes” comunitarios --los cuales incluyen creencias religiosas, supersticiones y prejuicios asociados, usualmente, a la baja escolaridad.

9) El vacío mayor del proyecto SEP es que nunca explica la forma precisa de cómo se va a enseñar dentro de este modelo. ¿En qué consisten la nueva práctica docente? En ningún lugar dicen cuáles serán los objetivos y los medios de la enseñanza. Tienen reticencia a hablar de objetivos educativos pues consideran tal noción forma parte de una educación que sólo busca formar capital humano. lo cual es una deducción falsa. “Toda acción humana, decía Aristóteles, está encaminada a lograr un fin”.

10) El hecho real es que en muchas partes de México no hay comunidades locales constituidas. En las áreas urbanas, por ejemplo, la vida comunitaria rara vez es identificable, en ellas domina, por el contrario, el individualismo. ¿Qué hará la SEP en estos casos? ¿Cómo montar una educación comunitaria sin comunidad?

11) Otro problema no resuelto es el del conocimiento. Se cuestiona la objetividad del conocimiento científico y se quiere acabar con la educación por asignaturas (porque ellas crean en los alumnos una visión fragmentaria de la realidad. Pero las asignaturas, aunque defectuosas, ofrecen un conocimiento organizado. ¿Quién ha inventado un conocimiento lógicamente articulado que ofrezca una visión no fragmentaria de la realidad?

Foto: Alejandro Rodríguez/Cuartoscuro

Foto: Alejandro Rodríguez/Cuartoscuro

12) Se pueden definir problemas u objetos de estudio de la realidad para enseñar. Pero no existe un “conocimiento integrado” que no sea de orden metafísico o religioso. No existe el conocimiento total. En su lugar, los expertos (que no maestros) de la SEP crearon fueron los “campos formativos” noción probablemente recogida de los Planes de Estudio de 2011 elaborados por el SNTE. Sería deseable que la SEP explicara el procedimiento técnico que siguieron para crear los campos formaticos y los grados de arbitrariedad en su definición. Suponemos, desde luego, que no fue un “procedimiento científico”.

13) Hay finalmente, problemas logísticos en este proyecto. Se pretende aplicar los nuevos planes de estudio para el año escolar 2022-2023, es decir, para el ciclo que se inicia en el próximo mes de agosto. ¿Se podrá en este breve lapso concluir los planes de estudios y, además, dar a 1,2 millones de docente una nueva formación, distinta a la que recibieron en la escuela normal?

Lamentablemente los argumentos lógicos son poco valorados por las autoridades actuales y esta monstruosidad pedagógica, de no ser objetada por una fuerza social significativa, puede llevarse a la práctica en los próximos meses --con los consecuentes efectos desastrosos. Todo depende del presidente López Obrador que no conoce bien el tema educativo, pero puede identificarse con este proyecto si intuye que es “educación buena para el pueblo”. Se habrá consumado así un golpe sin precedente contra la educación nacional.