Opinión

La educación para adultos, una deuda que se está saldando

El presidente Andrés Manuel López Obrador, al inaugurar la Doceava Conferencia Internacional de Educación Postsecundaria, Educación Superior e Investigación de la Internacional de Educación, ante maestras, maestros y representantes de trabajadores de la educación de varios países del mundo, reconoció que en México tenemos una historia muy fecunda en cuanto a la educación pública.

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México en la Inauguración de la 12° Conferencia Internacional de Educación

Andrés Manuel López Obrador, presidente de México en la Inauguración de la 12° Conferencia Internacional de Educación

Cuartoscuro

Este derecho consagrado en el artículo 3° constitucional, al establecer la educación pública, en todos los niveles de escolaridad gratuita y laica, para ese tiempo, fue de un gran avance. Precisó que en la dictadura el acceso a la educación era limitado y solo el cuatro por ciento de los mexicanos sabían leer, escribir o contar, esto a principios del siglo XIX.

El primer mandatario recordó a José Vasconcelos como un visionario Secretario de Educación Pública, como maestro, escritor extraordinario, que impulsó la educación pública y creó los desayunos escolares. Creó brigadas para ir a los pueblos más apartados a alfabetizar, les llamó “misiones culturales” y se impartían clases, se alfabetizaba y se enseñaban oficios y se llevaban maestros de música y arte.

En los tiempos del Presidente Cárdenas, quien impulsó la educación rural, los antiguos hacendados, caciques de los pueblos, no querían que la gente aprendiera a leer y escribir, y no querían a los maestros y los reprimían; hubo persecución al magisterio, les cortaban las orejas, recordó.

Luego, se impulsa también la educación en todas las comunidades rurales con el apoyo de maestras, de maestros en un gobierno que es un referente para lo que estamos haciendo ahora.

El General Cárdenas decidió que tenía que impulsarse la educación en México, llegó a decir: ‘Si es necesario, le voy a devolver a los campesinos el máuser, el rifle, con el que hicieron la revolución para que defiendan el ejido y la escuela'.

Lo anterior es un recorrido sobre los rezagos educativos que venimos arrastrando como sociedad. Pero lo más importante, reconocer que así como a algunos grupos de poder les convenía tener una población analfabeta, también tuvimos esfuerzos memorables de quienes entendieron que un país sin educación era un país sin futuro.

En ese sentido, hay que reconocer al Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), cuyo objetivo es definir, normar y desarrollar los modelos pedagógicos, materiales y contenidos, la inscripción, acreditación y certificación de la educación básica para adultos y dar cabal cumplimiento a las políticas nacionales en la materia

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Al cierre de 2022, según datos del propio INEA, de una población de 97 millones 496 mil 253 de 15 años y más, las personas con algún rezago educativo equivalen a 4.3% (4 millones 239 mil 038) son analfabetas; 8.1% (7 millones 911 mil 137) no terminó la primaria; el 16%, es decir, 15 millones 622 mil 565 de personas o han terminado sus estudios de secundaria.

Luego del cierre por pandemia, a partir de marzo de 2021, con el regreso a las actividades presenciales, se empezó a trabajar por jornadas solo para la aplicación de exámenes, logrando alcanzar más de 480 mil acreditaciones; Hoy se impulsa la apertura de servicios presenciales y también en línea que apoya para acreditación.

Además, “el INEA, los institutos estatales y delegaciones, establecen vínculos con instancias gubernamentales, sociedad civil, organismos y empresas del sector productivo y social, para obtener su colaboración en la educación de adultos”.

Busca de la sociedad civil, principalmente, la participación voluntaria de figuras solidarias quienes no tienen ninguna relación laboral con el Instituto, sus delegaciones o con los institutos estatales en las tareas de orientación y asesoría educativa que requieren los adultos, como una aportación a los sectores más desprotegidos de la sociedad.

Al inicio del presente año se lanzó la convocatoria para integrar a Personas Voluntarias beneficiarias de subsidio (PVBS) y a partir de ese momento la entrega de subsidio directo a beneficiarios como planteó el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Sin duda, hace falta redoblar esfuerzos, capacidad y compromiso. Pero la experiencia del INEA trabajando de la mano ahora con ciudadanos voluntarios, nos debe advertir el compromiso de la 4T para saldar las deudas históricas que éste país tiene con su sociedad.