Estamos a punto de ver un Estados Unidos que no hemos visto en medio siglo, donde la Suprema Corte de Justicia, de mayoría conservadora, está a punto de dar marcha atrás a los derechos reproductivos y la decisión de la mujer de hacer con su cuerpo lo que mejor le convenga.

Esto se hizo público luego de que alguien filtró a Político, un diario impreso y sitio virtual, un borrador de la decisión de los magistrados que oficialmente se conocerá en junio, revocando el derecho al aborto que toda mujer tiene en este país, legislación conocida como Roe contra Wade y que data de 1973. Desde entonces ha sido controversial y ha dividido a la nación.

Todo se inició en 1971 cuando Norma McCorvey, de 22 años, y residente de Texas, trató de terminar un embarazo no deseado. Se había casado a los 16 y divorciado mientras esperaba a su hija, cuya custodia cedió a su madre. Un segundo hijo lo dio en adopción y cuando esperaba un tercero decidió tener un aborto, algo entonces prohibido en su estado.

McCorvey demandó a Henry Wade, un abogado del gobierno en Dallas por impedírselo, y el asunto fue a dar a la Suprema Corte, en un caso donde para preservar la privacidad de ella, se le llamó Roe. Fue entonces que la Corte, en una votación de 7-2, legalizó el aborto a nivel nacional.

Si la Suprema Corte revoca su dictamen, quedaría a decisión de cada estado permitir su práctica o no y se estima que al menos 26 entidades lo considerarían ilegal. Otros 18 tienen ya leyes muy restrictivas donde no se permite abortar ni en casos de incesto, violación o aún si la vida de la madre está en peligro. Políticamente será un terremoto y se cree que muchas votantes se alejarían del partido republicano en las próximas elecciones de medio término en noviembre, mientras mujeres demócratas que generalmente se quedan en casa y no acuden a votar, ahora lo harían, incrementando las pocas posibilidades que tiene su partido de retener la mayoría en el congreso.

Es cierto que, a corto plazo, la revocación de la corte provocaría un gran enojo en infinidad de mujeres que están a favor del derecho al aborto, pero estas en su mayoría son demócratas y viven en entidades donde se seguirá practicando.

En cuanto a McCorvey, la mujer cuyo caso llevó a la despenalización, por años vivió en el anonimato y no fue hasta en los ochentas que reveló ser Roe y se convirtió en activista, aun trabajando en una clínica de abortos.

Sin embargo, en 1995 anunció que “volvía a nacer como cristiana” y viajó extensamente haciendo campaña antiaborto. En 2003 buscó sin éxito que la Suprema Corte invalidara su caso. Murió a los 69 años en un asilo, pero antes confesó que había recibido miles de dólares por declararse opositora a su propia causa. Una causa ahora en riesgo, que tanto cambió aquí la vida y derechos de la mujer.