Un Canto de Esperanza

Preocuparse contiene el prefijo PRE que significa, ocuparse de algo mentalmente antes de que suceda, y cómo nadie puede predecir el futuro es posible que nunca llegue a suceder.

Hay personas que llegan a los 80 años dándose cuenta que se la pasaron preocupados de infinidad de eventos que nunca sucedieron.

¿Y si me engaña? ¿Y si mi familia sufre un accidente? ¡Y si me quitan el trabajo? ¡Y si me falla el negocio? ¡Y si me enfermo? etc. La verdad es que hay que ocuparse de los problemas cuando estos arriben y no estar PRE asumiendo lo que no existe en nuestras vidas, porque todo ello implica no estar viviendo el hoy y gozar el presente, que es en realidad el único tiempo que tenemos.

Muchos individuos aspiran a tener fama, gloria y honores. Pero la mayor parte de las veces no depende de ellos lograrlo, sino que es circunstancial.

Muchos de nosotros desgraciadamente quizá solo obtendremos aprecio futuro a través de nuestras obras y, posiblemente sea esto hasta después de que hayamos fallecido. Otras personas se la pasan esperando el gran golpe de suerte con el que dicen serán felices. Algunos esperan comprar el coche de sus sueños, otros tantos realizar el viaje anhelado de su vida y la mayoría encontrar a la persona idónea para formar familia u obtener el trabajo perfecto. Vemos también a quienes cifran su felicidad en el futuro, obviando el gozar intensamente el maravilloso presente que ya poseen con salud, belleza, techo, comida y rodeados de toda la maravillosa Creación que ha sido creada justo para su deleite.

En general, el ser humano siempre desea algo más de lo que tiene, y cuando lo logra, en lugar de gozarlo, ya está pensando en que más quiere. Nunca está satisfecho y en paz. Esto lo que significa, es que deja de gozar el presente corriendo siempre detrás de un futuro que ni siquiera sabe si llegará. Por eso en ocasiones no nos explicamos cómo quién tiene todo puede ser infeliz, y la razón es, porque siempre está anhelando algo más. Quien se la pasa futureando no goza su vida presente.

La vida nos plantea cambios incesantemente, incluso en nosotros mismos. Hoy somos diferentes que ayer y seremos diferentes el día de mañana. En realidad, cada día renacemos de forma diferente. Pero todo pasa en nuestras vidas y pasa demasiado rápido, más de lo que nos imaginamos y, todas nuestras experiencias si son positivas, serán acumulativas para el logro de nuestro desarrollo interior.

Por todo lo anterior, es importante ocuparnos de nuestra interioridad y ser capaces de auto-construir nuestra felicidad cotidiana, descorriendo ante nosotros mismos la fuerza de nuestra alma y ser capaces de gozar intensamente el gran regalo que es la vida, sabiendo que la actitud sí depende de nosotros mismos y que habrá de perdurar y engrandecer nuestra conciencia.

Recordemos siempre que la utilidad de la vida no está en la duración que tenemos sobre la tierra, sino en el uso que hacemos del tiempo que nos ha sido brindado.