Opinión

La gobernabilidad de América del Norte

El martes 10 de enero, el Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales (IMEESDN) y el Centro de Estudios sobre Seguridad, Inteligencia y Gobernanza (CESIG-ITAM) del Instituto Tecnológico Autónomo de México, en un acto solemne, hicieron entrega de un memorándum de entendimiento, previamente suscrito, para establecer mecanismos de colaboración para llevar a cabo actividades conjuntas de investigación y divulgación de la cultura del desarrollo con seguridad humana.

Con este tipo de cartas de entendimiento se aspira a contribuir al fortalecimiento de la cultura sobre asuntos estratégicos, de inteligencia y gobernanza, a través de difundir el conocimiento y las experiencias referentes a la situación actual de la seguridad y el desarrollo nacionales. El IMEESDN ya entabló vínculos de esta naturaleza con El Colegio de México, El Colegio de la Frontera Norte y la Universidad de las Américas Puebla.

La consolidación de centros de estudio de esta materia en México es congruente con la necesidad de comprender mejor los procesos de integración nacional en bloques regionales en un mundo globalizado y dimensionar la importancia de la X Cumbre de Líderes de América del Norte, cuyos países representan el tercio de la economía mundial y la zona de mayor innovación del orbe.

Biden, Trudeau y López Obrador participaron en cumbre trilateral en México

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EFE

En la reunión de los socios T-MEC se mostró una realidad totalmente distinta a la que imperaba en 1989 cuando en una plática con Bush, según narra Salinas de Gortari en sus memorias, lo convenció de iniciar los trabajos para la firma de un Tratado de Libre Comercio para América del Norte -suscrito en 1992-, cuando había oposición de Estados Unidos, escepticismo en México y un poco de indiferencia en Canadá.

Hoy, los tres países se conciben entre sí como socios estratégicos para avanzar en su integración a la economía mundial en una posición de liderazgo y aprovechar como región la intensidad de su comercio interno para atraer inversión de alta calidad y forjar cadenas de suministro en industrias clave para el futuro. Además de los fuertes lazos derivados de la vecindad y la defensa de los principios democráticos, hay muchos intereses compartidos que se consolidan con este tipo de encuentros internacionales.

La gobernabilidad de América del Norte es corresponsabilidad de las tres naciones y en la agenda pragmática contenida en la declaración formal queda claro el espíritu de colaboración por encima de las diferencias idiosincráticas de los pueblos y las ideológicas de los gobiernos. La región tiene un futuro como una zona en la que las políticas homologadas en materia laboral, ambiental, de desarrollo sustentable e incluyente, de promoción de la diversidad cultural y de seguridad nacional.

La X Cumbre despierta un optimismo cauteloso, pero optimismo. El proyecto regional con respeto a la soberanía de los países de América del Norte parece que ya trascendió a los gobiernos en turno y la propuesta política es la democracia representativa con una clara vocación a ofrecer oportunidades a las comunidades marginadas e inclusión a pueblos indígenas, mujeres y niñas.

Hay consenso en que la forma política idónea para acceder a la dirección de los órganos estatales son las elecciones libres y competitivas y cualquier intento por debilitarla es reprochable. También hay coincidencia, por lo menos discursivamente, en que se deben disminuir las emisiones de metano e impulsar la generación de energías limpias; en que se debe apoyar la innovación y la creación de empleos de calidad; en que se debe ordenar la migración y promover la movilidad laboral en América del Norte; en que se deben identificar y atender las causas de la inmigración irregular más que levantar muros que aíslen a nuestros países; en que hay corresponsabilidad de los tres países en la prevención y la atención de las emergencias sanitarias, y en que la cooperación en materia de seguridad es el único camino para garantizar la integridad de nuestros ciudadanos y que las drogas sintéticas son inaceptables en la región y es necesario combatir los procesos delincuenciales de producción y distribución e intensificarse las políticas de prevención de salubridad tanto humana como animal.

Una América del Norte más equitativa, justa, inclusiva, resiliente, segura y próspera requiere una mayor cooperación entre los países que la conforman y esta corresponsabilidad soberana es el sustento de la gobernabilidad del futuro en la región. De ahí que los estudios en desarrollo y seguridad se deben intensificar para comprender mejor y promover la integración con identidad de las instituciones nacionales y es necesario consolidar una red de centros de estudios especializados en el tema.

En el acto solemne del memorándum suscrito entre el IMEESDN y el CESIG-ITAM, el director del primero, el Dr. Rafael Paz del Campo, destacó que la consolidación de la cultura del desarrollo con seguridad humana, requiere de un compromiso amplio de todos los investigadores y profesores involucrados y de las instituciones en las que colaboran y el Ingeniero Jorge Tello Peón, co-director del segundo señaló que la gobernabilidad de la región se debe sostener en la legitimidad, la legalidad y la eficiencia de los gobiernos de los tres países de América del Norte y en esta búsqueda los académicos tienen mucho que aportar.

Investigador Nivel I del Sistema Nacional de Investigadores en el IMEESDN

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