Opinión

Sólo hay una Tierra

Crónica confidencial

¡Todos unidos contra la impunidad y la corrupción!

No sé de qué manera los científicos puedan convencer a los gobiernos y a los ciudadanos de que el cambio climático es un problema de vida o muerte para la humanidad. Si uno mira las gráficas del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático, dan ganas de salir corriendo a otro planeta.

Greenpeace

Greenpeace

Como usted sabe, a partir de 1850 la curva de crecimiento de los cambios en la temperatura de la superficie terrestre se hace una línea vertical. Tal ascenso es lo que explica el cambio climático que, en los últimos dos años, se reflejan en 13 huracanes en Centroamérica, inundaciones sin precedentes en Alemania, olas de calor en Italia y sequías en Rusia, así como incendios en Australia y California. A México le fue igual de mal.

Con este telón de fondo dará inicio el 1 de noviembre en Glasgow, Escocia, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), en la que participarán de 197 países, incluido México.

En todo el mundo se ha repetido hasta la saciedad la urgencia de cumplir con el Acuerdo de París (2015), el cual establece la meta mundial de evitar que la temperatura global suba más allá de 1.5°C, pues de lo contrario, el mundo será inhabitable para plantas, animales y… humanos.

Cada país fijó sus Contribuciones Nacionales Determinadas (CND) y en el muy interesante documento elaborado por la SEMARNAT y el Instituto Nacional de Ecología, “CND Actualización 2020”, se explica cómo reduciría México los factores contaminantes. El documento tiene dos grandes apartados -el componente adaptación y el componente mitigación-, con enfoques interesantes, como soluciones basadas en la Naturaleza, la economía circular y el financiamiento climático. Las líneas de intervención parecen exhaustivas, pues abarcan la prevención, los sistemas productivos, la seguridad alimentaria y la biodiversidad, entre otras.

Lo que no detalla es cómo hacerlo, en dónde, con quién y cuánto costará. Y lo más importante: qué pasa si alguno de los factores no es atendido. Esto viene a cuento por dos aspectos:

De las 15 obligaciones del CND-México, la primera es generar el 35% de energía limpia en el 2024 y 43% al 2030. Según la Sexta Comunicación Nacional sobre el Cambio Climático, de 2013 a 2017 el sector eléctrico contribuyó con el 48 por ciento de la mitigación total de los gases de efecto invernadero, gracias a la generación de energía limpia y la sustitución de combustibles intensivos en carbono (WRI, 2019). Suena muy bien, pero…

… De aprobarse la contra-reforma eléctrica, difícilmente México podrá seguir con el ritmo de reducción, pues la CFE pretende utilizar combustóleo para completar la generación que las empresas privadas dejarán de producir. No lo digo yo, es la perspectiva del Programa de la ONU para Medio Ambiente.

Otro de nuestros compromisos es “mediante el T-MEC, homologar la normatividad ambiental para vehículos nuevos y en circulación, y vehículos no carreteros”. Qué le cuento, señora secretaria; tan solo el primer semestre de este año, ingresaron al país 100 mil autos “chocolate”, más los 18 millones que la industria sectorial estima que ya circulan en nuestro territorio. Digo, como que tantos autos viejos no ayudan.

Espero que usted tenga otros datos, doctora Albores, porque con los que yo encontré me dan para cuestionar la Contribución Nacional Determinada de México. Es más, no veo ninguna campaña de concientización para la sociedad.

Y por piedad, no vaya a presentar en Glasgow el programa de “Sembrando Vida” como la gran idea para la reforestación y el combate al cambio climático.

La lealtad al presidente no vale tal ridículo.