Opinión

Un Indicador Económico claro

La fortaleza de nuestra moneda en México no afectará a la economía nacional ni a las actividades comerciales internacionales del país, aunque hay tecnicismos que la oposición aprovecha.

Las implicaciones de un fortalecimiento o debilitamiento del valor de la moneda pueden variar en función de las condiciones económicas, así como de las políticas económicas.

La fortaleza de la moneda en la economía nacional se refiere a su poder adquisitivo sobre los bienes y servicios producidos localmente. Cuando la economía está estancada, el banco central puede recortar los tipos de interés para reducir la fortaleza de la moneda.

La disminución de los costes de los préstamos acelera la producción y el Producto Interior Bruto (PIB) nacional crece. El aumento de los ingresos y los salarios de los ciudadanos se traduce en un incremento del gasto y de la demanda de los consumidores, lo que lleva a la inflación de los precios al consumidor y permite a las empresas disfrutar de mayores ganancias corporativas. El estímulo expansivo de la actividad económica nacional contribuye a que la fortaleza de la moneda aumente de forma orgánica.

Sin embargo, el continuo fortalecimiento de la moneda puede inflar el coste de la vida por encima de niveles alcanzables. Las exigencias salariales aumentarán en consecuencia, y las empresas no podrán mantener la rentabilidad con salarios altos y costes de expansión al mismo.

Monedas mexicanos

Monedas mexicanos

Cuartoscuro

El banco central de cada país frenan la economía (en sentido técnico) con una subida de los tipos de interés que aumentarían la fortaleza de la moneda.

Al aumentar la fortaleza de la moneda, los importadores podrán comprar mayores cantidades con el mismo importe nominal o la misma cantidad con menos importe nominal. Al mismo tiempo, los exportadores disfrutarán de un valor real agregado a sus ingresos nominales. Sin embargo, la efectividad de la fortaleza de la moneda se basa en la política económica adoptada por el país.

Por ejemplo, un país que adopta un crecimiento basado en las exportaciones, como China, preferirá una fortaleza monetaria baja para mantener la rentabilidad de los bienes y servicios producidos localmente y seguir atrayendo a los compradores extranjeros. Por lo tanto, una moneda relativamente más débil potenciará sus exportaciones y la economía en China crecerá recibiendo divisas. Por otra parte, los países que aspiran a un crecimiento impulsado por las importaciones, como Estados Unidos, se preocupan por tener una moneda fuerte que les permita disfrutar de un fuerte poder adquisitivo que les facilite importar productos en grandes cantidades.