Opinión

El bien y el mal

Aunque todos tenemos diferentes opiniones sobre el bien y el mal, muy dentro de nosotros sabemos diferenciarlos, porque lo hemos aprendido a través de la familia, en la escuela, en el trabajo y por medio de las experiencias por las que cada uno atraviesa en la vida. Por supuesto que entre más amable haya sido el entorno en que se ha vivido las personas tienden a ser más empáticas, amables y armoniosas con los demás. Y, en general, entre más duras hayan sido las experiencias iniciales en la vida, las personas se convertirán en apáticas, agresivas e infelices. En suma: El bien y el mal se aprenden viviendo.

Por todo lo anterior debemos utilizar la etica, que consiste en la formación de hábitos positivos como guía en la vida para lograr una convivencia armoniosa entre todos nosotros. Pocas acciones son más útiles que orientar a las personas para que sean éticas porque si no, es fácil que propendan hacia los vicios, lo cual es más fácil que encaminarse hacia la virtud o la bondad, pues sabemos que es más fácil obtener malos hábitos que buenos hábitos.

Sepamos que todos los actos tienen consecuencias, si son buenos estas serán buenas y si son malos estas serán malas. Atención: No importa si los fines parecen ser altruistas, si los medios para alcanzarlos son malos, son condenables.

Debemos contrarrestar con todo el corazón la tendencia al mal. No ser condescendientes con él. No importa de dónde provenga o quién lo realice. Deben existir consecuencias para quien lo ejerce, de tal forma que se impida su propagación.

En algunas ocasiones las malas acciones también son cometidas por gente buena, pero no por ello deben pasarse por alto, sino al contrario, deben llamarnos a la reflexión para que no vuelvan a suceder.

En cuanto al bien, hay que saber que quien hace un acto de bien y lo cuenta a todo el mundo tiene menos mérito que quien hace el bien en privado y calla, pues el primero lo hace para vanagloriarse de sí mismo y el segundo lo hace de corazón.

La gente de bien debería ser muy cuidadosa de tener discusiones inútiles queriendo cambiar a la gente del mal al bien, pues por lo general resulta infructuoso y cada una de las partes termina reafirmándose a sí mismo de que lado está. Del bien o del mal.

La gente de bien muchas veces quiere hacer lo correcto, actuar con justicia, pero eso puede resultar difícil de lograrse, porque lo que para unos es bueno y correcto, para otros es malo e inadecuado. Porque ya lo dijimos, todos tenemos diferentes interpretaciones sobre el bien y el mal.

Lo único que nos hará ser mejores es aplicar toda nuestra voluntad para ser capaces de modificar nuestras actitudes y conductas incorrectas y elegir el camino del bien indefectiblemente. Démonos cuenta de que a los seres humanos lo que nos pierde es el odio, las pasiones, y el egoísmo. En consecuencia, hagamos conciencia de que todas esas emociones negativas internas pueden ser modificadas simplemente aplicando nuestra voluntad hacia ese propósito.

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