Opinión

Después de meditarlo, #MejorMarcelo

Los procesos electorales se adelantaron, las decisiones previas a este 6 de septiembre pueden ser más importantes que lo que acontezca en las elecciones del próximo año. La decisión de quiénes llegarán a la boleta y todo lo que de ello deriva.

Los debates públicos no pueden reducirse a quién tiene más derecho a fregarnos los próximos seis años en un estéril lucimiento de egos, sino que nos obliga a meditar a profundidad la postura que se toma, aunado a que hoy se acabó eso de las opiniones objetivas y todas se asumen voluntaria o involuntariamente apoyando a una u otra opción.

Después de mucho meditarlo y como “no hay plazo que no llegue ni tiempo que no se cumpla”, he llegado a la conclusión de que #MejorMarcelo bajo las siguientes consideraciones:

1) El país tiene un claro talón de Aquiles, la inseguridad y la violencia, es decir, el no poder operar tranquilamente un negocio sin que te extorsionen, salir al parque con miedo a que te roben a tus hijos, etcétera; todo lo demás es tolerable, o al menos lo hemos tolerado, por ejemplo, el mal sistema de salud, el mal sistema de educación, los malos gobiernos, entre otras cosas.

En ese sentido, y en un ejercicio de comparación, Sheinbaum significaría más polarización, su forma de ser es aún más caprichosa que la de AMLO, su llegada sería tan poco legitimada que tendría que recurrir a la quinta potencia, prácticas a las que ha recurrido en la CDMX como perseguir a sus opositores o la represión de manifestaciones libres sin posibilidad alguna de tejer puentes de concordia, lo que representa más violencia, más sangre.

En el caso de la oposición, me parece que llega sin posibilidades reales de ganar, incluso pensando en el sueño guajiro de un posible triunfo de Xóchitl Gálvez, a quien se le nota en todas sus respuestas que el tema se seguridad le incómoda, cantinflea en sus contestaciones y, cuando mucho, se estaciona en la crítica emocional de lo que nos duele producto de la violencia, basta con ver sus respuestas durante su gira en Guanajuato, donde elogió acciones durante la gestión de Calderón en materia de seguridad sin especificar cuáles, no deja claro si hay que volver a desmilitarizar el país y afirma que pronto presentará su propuesta y rápidamente regresa a chistes de cualquier otra cosa, aunado a que no imagino como sería la disputa política y la violencia que esto desataría con al menos 20 gobernadores hostiles y, sumado a esto, el encarcelamiento a distintas cabezas de la 4T, lo que traería consecuencias letales. En cambio, Marcelo no sólo puede atraer más a polos opuestos que ayuden a hacer frente al problema de inseguridad, sino que también es quien se ha mostrado más claro al respecto. Pragmático en su diagnóstico, partiendo de lo que hay, con lo que se cuenta y lo que urge resolver.

2) El contexto global ofrece un amplio espectro de áreas de oportunidad para México, el mundo se está reacomodando, las naciones se reagrupan y México se encuentra en un punto de bifurcación que se puede catapultar para ocupar uno de los primeros 5 lugares dentro de las naciones lideres del mundo, o bien, podría implosionar y sufrir una especie de balcanización o fragmentación del territorio en disputas internas. En ese sentido, no solamente se requiere de mayor capacidad de unificar a los mexicanos o atraer polos opuestos, sino que se requiere ser confiable en las distintas mesas de disputa de poder y entender la complejidad de todos los hilos que se están moviendo en el mundo, y quien lo sabe de sobra es Marcelo. Por lo mismo, no hay tiempo de chistoretes ante un escenario tan delicado que el que estamos enfrentando.

3) Finalmente, la partidocracia ha dejado una cultura política basada en el pragmatismo puro, prueba de ello es que el PAN podría llevar a la boleta a una candidata más de izquierda que los de Morena, o al menos así se presume la propuesta de Gálvez. Al final de cuentas, las ideologías están trastocadas, ante ello, tal como dicen en Latinoamérica de los mexicanos, “es mejor mexicano conocido, que mexicano por conocer”, en ese sentido vale la expresión “es mejor político conocido que político por conocer” y Marcelo es el que más lleva en esa brega.

Marcelo Ebrard, aspirante a la candidatura presidencial de Morena

Marcelo Ebrard, aspirante a la candidatura presidencial de Morena

Cuartoscuro

Es por lo que, sin perder mi independencia, hago un llamado a quienes coincidan con lo aquí plasmado, que den cara y ayuden a generar más apoyos de voluntades a favor de su candidatura, tengo la certeza que en estos momentos es lo correcto.

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