• “Si queremos que los jóvenes desarrollen los hábitos de pensar por sí mismos, usar su imaginación, estar abiertos a nuevas ideas, decir cuando no entienden y explorar desafíos reales juntos, entonces tienen que ver a sus maestros haciendo lo mismo…” 

1. Guy Claxton

ESTILO DE VIDA

Hoy en día podríamos considerarnos como parte de una sociedad opulenta, al contrario de como sucedía a fines del siglo XIX, ahora tenemos acceso a comida, aseo diario y oportunidades de trabajo.

Eso ha provocado que acabemos convertidos en una masa de perezosos cada vez más amplia, ocupamos una gran parte de nuestro tiempo frente a la pantalla de un televisor, computadora o teléfono y en nuestro tiempo libre tendemos a hacer lo mismo, refugiados y encerrados en mundos virtuales. Parece como si nos estuviéramos esforzando en disminuir el alcance de nuestro cuerpo funcional, con el oído y el ojo como entrada y la boca y dedos como salida.

USO DEL CUERPO

Preparar los alimentos, antes podría considerarse una habilidad y en ocasiones, hasta un arte, ahora basta con utilizar el microondas para resolverlo en tan sólo unos minutos, incluso se han vuelto muy populares las aplicaciones para los teléfonos celulares orientadas a recordarnos la necesidad de movernos, antes no hacer nada parecía ser un privilegio de las clases altas, ahora está al alcance de todos y nuestro ocio descansa, en realidad, en máquinas no entendibles para nosotros, parafraseando a Guy Claxton, podríamos afirmar: nuestra mente se ha enriquecido en tanto hemos empobrecido corporalmente.

TRABAJO Y MOVIMIENTO

Paulatinamente le hemos otorgado un mayor valor al trabajo considerado conectado con el cerebro, a partir de la idea de que esto requiere más inteligencia que las actividades físicas y prácticas, pensamos, nos hacen parecer más “listos”, pero la idea generada por la nueva neurociencia es entender: la inteligencia se desarrolla gracias a nuestro cuerpo.

Siempre hemos estado constituidos de una manera clara para la acción, más allá que para el pensamiento y la comprensión, por lo tanto, en el fondo nuestra inteligencia se dirige a manifestarse cuando externamos conductas efectivas y apropiadas para una situación determinada.

MOVIMIENTO Y DESARROLLO DE LA INTELIGENCIA

Nuestro sistema educativo, y me refiero a nivel mundial en general, parte de tener a los niños sentados y quietos la mayor parte del tiempo, sin entender lo importante de los movimientos y los gestos en el desarrollo de la inteligencia.

Siempre aprendemos mejor cuando el cuerpo interviene de una manera directa, esta facultad se expresa y desarrolla al enfrentamos a un nuevo entorno, resolvemos un problema técnico, reflexionamos sobre un trance o problema personal, cuando vamos a nuestra primera cita o nos preparamos para participar en alguna entrevista, enfrentar el triunfo y la derrota, son componentes importantes de este proceso.

Cuando logramos orientar a nuestros niños y jóvenes hacia una actividad física sistemática y regular como parte de su estilo de vida, y eso se empieza a reflejar en su vida adulta, entonces podemos considerar haber entendido la relación entre las sensaciones corporales, el pensamiento y la imaginación.

La manifestación de nuestras emociones normalmente se encuentra ligada a expresiones gestuales con las manos, la vista, las piernas, esto es, con el cuerpo entero como una manifestación máxima de nuestra inteligencia y esta se cultiva permaneciendo en movimiento.