¡Todos juntos contra la corrupción y la impunidad!

Rosa Isela Rodríguez
​Titular de la CNS

Muy gratas las palabras que todos los asistentes al Diálogo de Alto Nivel de Seguridad México-EUA (DANS) expresaron públicamente durante la reunión. Lo difícil será reflejarlas en programas concretos para el primer día de diciembre.

En lo personal, tengo varias dudas; se las planteo en su calidad del cargo que ostenta y dada la poca información que existe sobre la estrategia gubernamental en la materia.

La primera duda se refiere a lo que hará el gobierno de México con la petición que ha hecho la DEA de tener acceso a la información de inteligencia con que operan sus contrapartes mexicanas. Mire, Rosa Icela, yo sé que la DEA no es pareja a la hora de trabajar en conjunto, pero ni modo, es parte de la ecuación y, a decir verdad, es una agencia bastante eficiente.

Suponiendo que el gabinete de seguridad produce información en cantidad y calidad suficientes, ¿qué explicación puede dar nuestro gobierno por no haber contrarrestado al crimen organizado? Luego está la bronca de las filtraciones, doña Icela, que van a evidenciar la corrupción en todos los niveles.

Otra solicitud de la DEA es reanudar operaciones conjuntas con las autoridades mexicanas, siendo que la nueva Ley de Seguridad Nacional mexicana (LSN) lo prohíbe. La DEA ha sido insistente; contra lo acostumbrado, su directora Anne Milgram lo planteó en una rueda de prensa al día siguiente de la visita a Washington, D.C. de Alejandro Gertz, nuestro fiscal general de la República. Luego el tema fue abordado durante el Diálogo y reiterado por el embajador Ken Salazar. Claro está que a la LSN siempre puede aplicarse la máxima de “se acata, pero no se cumple”, darle para adelante a las operaciones conjuntas y ya...

Por cierto, debo confesar que me pasó de noche la información sobre la Fuerza de Tarea Conjunta Alpha. Este grupo, conformado a raíz de la visita de la vicepresidenta estadunidense Kamala Harris, da seguimiento a los actos de corrupción vinculados a las redes trasnacionales de tráfico y trata de personas, operando en México, Guatemala, El Salvador y Honduras. Los traficantes y las autoridades coludidas deben tomárselo en serio, pues la migración ilegal es el dolor de cabeza de la administración Biden; no en balde Alpha está coordinado por el Departamento de Justicia y Seguridad Nacional de EUA.

Al final del día, todo se reduce a uno de los puntos nodales del DANS, que es fortalecer el estado de Derecho y combatir la impunidad. El país vecino espera que rueden cabezas -y pronto-, por lo que es de desear que las judicializaciones no se atoren en la FGR, pues ya sabemos que el fiscal tiene su propia agenda. Una pregunta: ¿cómo le hicieron para convencer al presidente de que México participara en Alpha, tan receloso que es de la injerencia extranjera?

Ojalá que en los próximos días nos pueda explicar, secretaria Rodríguez, cuál será el papel de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) y las aduanas mexicanas. Hasta donde entiendo, las aduanas portuarias ahora las controla SEMAR y las terrestres siguen bajo la férula de Hacienda; por las primeras entran los precursores de droga y por las segundas miles y miles de armas. Explíquenos si la UNODC se dedicará a la capacitación en análisis de riesgo de contenedores, la revisión de procedimientos o la detección de corrupción. Ojalá lo abarquen todo.

En fin, la Iniciativa Mérida ha sido sepultada y se abre “un nuevo capítulo” en las relaciones bilaterales en lo que a seguridad se refiere. Solo le recuerdo, secretaria, que el cadáver de la Iniciativa Mérida aguardó tres años para ser sepultado porque la 4T decidió ignorarla. Tres años de creciente violencia, impunidad para la delincuencia y cien mil muertos…

Esperemos que al DANS no le ocurra lo mismo.