Opinión
De militares y escritorios
David Gutiérrez Fuentes

De militares y escritorios

Esta semana estuvieron en discusión dos temas que me gustaría comentar en orden de importancia: el debate sobre la guardia nacional y el escritorio del presidente.

Captura de pantalla

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La “militarización” del país

Me sigue asombrando la articulación crítica de la derecha y todo el simbolismo que despliega. Las intervenciones de los senadores panistas y algunos “independientes” son irresponsables y el silencio o aquiescencia de sus gobernadores ante la posibilidad de que el país se quede sin garantía de contar en el 2024 con Guardia Nacional por su mutismo cómplice, sólo parece apuntar hacia un camino: su radicalización. ¿Cuántos priístas irán en ese Titánic opositor criticado un día por Dante Delgado y otro aplaudido con incendiarias, elocuentes y hasta reveladoramente involuntarias apologías a la violencia desde su escaño donde a veces se avienta unos coyotitos?

Esas feroces y poco convincentes diatribas hacia a la cámara y no frente al espejo que estallaría en pedazos, restan y lo saben los panelistas que participan en la mayoría de los debates en los que se impulsa la idea, sin éxito, falsa y por lo regular bien pagada desde la propia derecha, de que el presidente quiere militarizar al país más violento del mundo de acuerdo con las lecturas maniqueas de Jorge Ramos y por el que según este coro fluyen ríos de sangre porque AMLO ya pactó con el crimen organizado.

En el colmo del descaro ofrecen pruebas inventadas, como cables de la DEA y se victimizan cuando son exhibidos por su recurrente falta de ética porque sus fuentes anónimamente confiables les volvieron a fallar. Ese descaro de involucrar al gobierno de Estados Unidos con mentiras para manchar la reputación del gobierno electo de Morena ha sido desmontado múltiples veces porque están irritados e incurren en las mismas prácticas sin salirse del guión. El caso de Tamaulipas es de escándalo. Un bastión del calderonismo que Américo Villarreal tendrá que gobernar contra toda una estructura mafiosa que heredó.

El cambio de un régimen civil corrupto a otro menos corrupto porque en Morena también hay políticos de temer, es una tarea que efectivamente no admite retrocesos ni vueltas al pasado. Desde luego que en las filas de Morena existen oportunistas que han sido señalados por sus propios militantes, pero también hay una estructura amplia que está permanentemente debatiendo el presente y el futuro de la cuarta transformación en este camino que ya se encargó de poner bajo los reflectores a los cangrejos de la política y la comunicación.

Archivo

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El mando y la preparación de una guardia nacional que se ha organizado en tiempo récord porque, efectivamente y el presidente reconoció su error, ante las atrocidades que heredó del crimen organizado con mando civil y de cuello blanco, se necesitaba de una fuerza federal que protegiera el territorio nacional y la única institución con capacidad logística para cumplir ese reto se encuentra en el ejército mexicano cuyo jefe supremo es nada menos que el presidente elegido por el voto popular, en este caso AMLO.

Sin embargo en el 2024 el presidente o presidenta que resulte electo requerirá de un piso mínimo de organización federal en términos de seguridad para que no nos pase lo que nos sucedió con Calderón que anda desatado en twitter sin alcanzar, claro, los niveles de ignominia y descaro de Vicente Fox quien se da golpes de pecho por no haber utilizado los instrumentos del Estado para desaforar a “López”. Están delirando. Y esos caminos son los que conducen a la polarización que como en Europa vota a gobiernos fachos.

Mientras más se acerque el día de la elección presidencial, más costos políticos tendrá para el Titánic seguir oponiéndose a la nueva izquierda acotada, acosada, infiltrada, que se está abriendo paso en medio de calumnias en México y América Latina que vive tiempos políticos en los que es necesaria la definición, despojarse de las máscaras o los disfraces de Bacalao.

Por sus escritorios los conoceréis

Cuando el presidente explicó en su mañanera cómo tiene organizados sus espacios de trabajo y cómo su asistente de hace más de veinte años es capaz de encontrarle la página de un libro a partir de mínimas referencias, quedé gratamente sorprendido con la capacidad de organización del jefe del ejecutivo. Comparar un escritorio presidencial desordenado con otro impecable y decir nuevamente que el gobierno de “Lopez” es el caos como su escritorio es maniqueo. Desde luego que he conocido personas ordenadas con sus espacios de trabajo y que demuestran un pensamiento organizado, pero hay muchos obsesivos del orden que tienen verdaderas tormentas o severas sequías en la cabeza inversamente proporcionales a la disposición de sus espacios. Sin embargo en la “dictadura” que vivimos hasta eso causa la furia reaccionaria que añora los tiempos idos.