Opinión
Dr. Mario Antonio Ramírez Barajas

Morir por una camiseta

GRAVE HERIDA AL FUTBOL MEXICANO

Las imágenes difundidas en redes sociales de los incidentes sucedidos en el estadio Corregidora, son sobrecogedoras, cuerpos inertes en el piso siendo desnudados y golpeados con un exceso y una saña inexplicable, familias enteras presas del pavor por la seguridad de sus hijos y una estructura de seguridad incapaz de responder adecuadamente.

Considerar la seguridad de los asistentes como una prioridad.

Se debe considerar la seguridad de los asistentes como una prioridad.

Foto. EFE

LA DELGADA LÍNEA DE LA VIOLENCIA EXTREMA

No existe ninguna justificación para una conducta que raya en lo bestial y tampoco recurrir al lugar común de que lo sucedido es un reflejo de nuestra sociedad, no es así, el problema fundamental se encuentra en la impunidad, no es la primera vez que suceden actos de violencia y, sin embargo, no pasa nada.

Después de escuchar al gobernador de Querétaro expresar su voluntad de tratar como criminales a los agresores y al presidente de la Liga mexicana de futbol Mikel Arriola, nos encontramos nuevamente ante una situación de cerrar el pozo después de que el niño ya se ahogó.

No es sólo la violencia física, se toleran diferentes formas de la misma; lanzar objetos al campo, conductas vandálicas de destrucción del inmueble, verbal con agresiones a jugadores, árbitros y espectadores, gestual con señas obscenas y agresivas y la simbólica, con cantos, gritos, banderas y carteles incitando a la destrucción del rival.

LAS CAUSAS DE FONDO

Uno de los principales problemas es la venta de alcohol al interior de los estadios, por razones económicas se permite y tolera, claramente es un detonante presente en los actos de violencia.

Hay al menos tres elementos presentes en este tipo de conductas: el anonimato, al ser parte de una multitud en la cual difícilmente podrá ser identificado, se manifiestan emociones destructivas que en otro contexto de la vida cotidiana serían inaceptables; el contagio, al replicar en grupo las expresiones violentas como si se participara de un trance colectivo y la sugestión de sentirse parte de un colectivo, una ideología y una bandera.

LOS INSTRUMENTOS Y EL REMEDIO

La Ley General de Cultura Física y Deporte, artículo 154, inciso 3, sanciona con una condena de 6 meses a 4 años de prisión a quien participe en riñas, Nuevo León y Jalisco también ya han regulado legalmente este tipo de problemas.

Es esencial un castigo ejemplar para los culpables de esta agresión salvaje, prohibir la venta de alcohol, asegurar los protocolos de actuación fuera y dentro del estadio y considerar la seguridad de los asistentes como una prioridad.

El verdadero reto es transformar a los aficionados violentos y las barras, en grupos de animación, de otra manera acudir a un estadio en México, siempre representará el riesgo de morir por una camiseta.

  • Contacto: maramire2001@gmail.com