Soy de quienes creen que tenemos una sabiduría interior para determinar qué es lo que nos hace bien y qué es lo que nos hace mal. Por ello sugiero que quien enferme y sepa el remedio a su mal, antes de acudir al doctor, aplique su conocimiento previo y dé oportunidad a su organismo de sanar por sí solo, pues mi experiencia me ha mostrado que nuestra intuición nos ayuda a remediar muchos de nuestros males menores.

También he descubierto que muchos de los males que nos aquejan son de origen psicosomático, es decir, que nuestra propia mente los crea, sobre todo cuando atravesamos problemas en nuestra vida, pero si tenemos la facultad de crearlos también tenemos el potencial de desaparecerlos. Tratar de descubrir por nosotros mismos cuál es el origen de nuestro mal también ayudará a determinar la gravedad del mismo.

En la enfermedad, tratemos de no perder nuestro optimismo y tengamos en todo momento presente la grandeza de nuestro espíritu sabiendo que el cuerpo es materia y puede deteriorarse, pero que nuestro espíritu permanece incólume ante las adversidades.

En los momentos desafortunados es aconsejable visualizar todas las cosas que nos gusta hacer cuando gozamos de salud. El darnos cuenta cuánta gente nos quiere y se preocupa por nosotros, debe alentarnos para poner todo de nuestra parte y sanar con la mayor rapidez y eficiencia posible.

Si finalmente debe atenderte un médico, pues atiéndete. Pero mucho te recomendaría que de ser posible tomaras una segunda opinión sobre tu mal, antes de atiborrarte de medicamentos que quizá te dañen más que el mal que ya te aqueja.

También te digo que en la medida que puedas, sigas conservando tu alegría y te sigas rodeando de todos los pequeños placeres que puedas darte. Esto hará que el proceso por el que atravieses sea más ligero.

Y lo más importante, no te sugestiones de primera instancia con lo que diga el médico, tus familiares o amigos, pues muchos seres humanos tienden al pesimismo y eso unido a la fantasía e imaginación daña a la psique y al cuerpo. Insiste en ser positivo en el camino a la curación. La mente es muy poderosa e influye en la funcionalidad del cuerpo.

Tengamos presente que los médicos son seres humanos y que al igual que los demás transitan por sus propios males y cometen sus propios errores, pero que en general, la mayor parte de ellos contribuyen de una forma extraordinaria a la sociedad en su conjunto, con sus conocimientos y su buena voluntad, logrando que la ciencia se adapte a las necesidades humanas cuando más se le necesita.

De manera que re-valoremos nuestra vida cuando estamos sanos, fluyamos en ella como si fuéramos en un bote sobre un hermoso río, sin saber lo que nos espera, pero gozando intensamente el recorrido, admirando todo en derredor nuestro y llenando nuestro corazón con agradecimiento al Creador de todo lo que nos circunda y todos los que nos acompañan.