Ayer sábado tuvo lugar la primera peregrinación diocesana del país a la Basílica de Guadalupe, pues, como ya es tradición, cada año acuden todas las diócesis y arquidiócesis del país encabezadas por sus obispos, y siempre, la primera de todas es la Arquidiócesis Primada de México.

El Cardenal Carlos Aguiar Retes celebró la misa y puso a los pies de la Virgen de Guadalupe los planes pastorales de la Arquidiócesis para este año. Como es costumbre, la peregrinación recorrió la Calzada de Guadalupe acompañada por obispos auxiliares, sacerdotes, seminaristas, organizaciones laicales y fieles, y partió de la Cruz de la Evangelización, que se encuentra en la ex glorieta de Peralvillo.

Acudieron poco más de 10 mil personas que en el trayecto iban rezando el rosario y cantando, y los peregrinos llegaron sin incidentes al Atrio de las Américas, donde fueron recibidos por el Arzobispo Primado. El ambiente era festivo; había globos en medio de estandartes de organizaciones laicales e imágenes religiosas, y los fieles iban ataviados con colores de acuerdo a las zonas pastorales en las que viven y las parroquias a las que pertenecen.

La costumbre de peregrinar las más de 80 diócesis del país data de 1929, cuando la Guerra Cristera vivía sus últimas páginas, tras haber permanecidos cerrados todos los templos estuvieron desde 1926, durante el gobierno de Plutarco Elías Calles.

Cuando se volvieron a abrir, la gente acudió al Tepeyac para dar gracias a Dios por los Acuerdos de paz, que crearon las condiciones mínimas de seguridad para que las iglesias volvieran a abrir y se pudiera reanudar el culto y la impartición de sacramentos.

Entre todas las peregrinaciones diocesanas, son especialmente numerosas las del Estado de México y la de Querétaro, que superan los 80 mil fieles que acuden a pie y el trayecto dura varios días. Algunas están llenas de color como la de Oaxaca pues por lo general, las mujeres visten sus trajes regionales.

Además de estas peregrinaciones, el Tepeyac recibe más de 1500 que se registran en los libros del santuario para que puedan tener una misa propia, y hay muchas más que son familiares, de mercados y sindicatos, organizaciones sociales, clubs deportivos, y personales.

La cifra de 10 mil peregrinos no es baja si se toma en cuenta que apenas ha transcurrido un mes de las fiestas guadalupanas de diciembre, a las que acudieron más de 8 millones de personas, muchas de ellas, provenientes de la propia ciudad de México.

El Cardenal Carlos Aguiar Retes dijo en su homilía que si centramos nuestros días en Jesucristo cambiará favorablemente nuestra vida, y también nuestra sociedad, tan herida actualmente por la violencia y la inseguridad, porque mediante nuestra vida se manifestará Cristo en medio de nosotros.

También dijo que este año terminará su visita parroquial a las parroquias de la Arquidiócesis, tarea que lo ha venido ocupando durante meses, y en la que se reúne no tan solo con sacerdotes y religiosos, sino con los propios fieles.