Puestos en los hechos
Curioso que mi amada pandita SHUAN SHUAN (sí, manque les pese “mi”, porque además de haber tenido el privilegio de verla nacer y de enseñarle a comer en su ollita Vasconia cuando hubo de ser destetada, la cuidé y abracé tanto y cuantas veces su madre me lo permitió) haya muerto no sólo el mismo día en que se le celebraron sus 35 años de vida muy larga que alcanzó, sino que casi al mismo tiempo se diera el fallecimiento del presidente Luis Echeverría, quien sin conocimiento real de lo que significaba la especie (lo platicamos largamente a su invitación), recibió a sus progenitores -PE PE y YING YING- como obsequio de buena voluntad de la R. P. China al pueblo de México, siendo justo esta tímida criatura la última hija de tan histórica pareja que, por cierto, fue concebida naturalmente y no por inseminación artificial como citaron algunos medios. Queda reflexionar qué tan válido es conservarles una vida tan añosa, pero sin pleno desarrollo.
Foto: especial.
Continuando con el asunto BJWT-Eduardo Serio, se recordará que la semana pasada señalé con dedo flamígero a la ProFePA de Blanca Alicia Mendoza por tremenda omisión en su materia y, ¡zas!, que sin querer queriendo la funcionaria me dio la razón de propia voz durante una de las tantas entrevistas recientemente concedidas a medios por EL CASO, platicando, como si nada, que tras la denuncia (mentira de pueblo chico porque fue a petición pública y directa de la Dra. Claudia Sheinbaum, Jefa de Gobierno de CDMX y corcholata consentida del presidente, así que ignorarla hubiera sido sentencia de muerte), el mismo día 4 de julio habían salido de inmediato rumbo al predio del Ajusco encontrándolo vacío, debiendo entonces cambiar de rumbo a donde los animales estaban. Eso, de suyo, simplemente confirma que tenían varios años de no supervisar el lugar al que habían derivado fauna asegurada y que por lo mismo debieron mantener estrechamente vigilada, así que no hay disculpa válida, como tampoco que ahora monten el numerito de violación al Uso de Suelo, cuando la misma Dra. Sheinbaum era Jefa Delegacional en Tlalpan desde que el violentador y secuaces, bendecidos por las máximas autoridades ambientales, se instalaron ahí. Siendo así, aquí también hay responsabilidad de la Dirección General de Vida Silvestre de la SeMaRNat, toda vez que consultando a la Dra. Yolanda Alanís, quien ocupara hace tiempo esa posición, confirmé que todo PIMVS o UMA deben actuar conforme a un Plan de Manejo autorizado, quedando obligado mantener actualizado su inventario e igualmente reportar anualmente cualquier cambio. De no suceder así, proceden un primer y segundo apercibimientos dirigidos al Responsable Técnico o legal, bajo sentencia de que incumplir les podría costar la revocación del Registro o de plano su cancelación. Si aún así incumplen, la DGVS debe dar parte a la ProFePA que, incluso por la razón antes expuesta, no debió esperar por tal comunicación sino haber verificado el sitio constantemente, incluso simplemente por el enorme riesgo que representaba mantener en la temblorosa capital mexicana una frágil instalación ocupada por centenares de grandes gatos.
Punto que tampoco se comprende es el desfase de la Fiscalía General de la República que, con el relajo que se armó y todas las personas que entraron y salieron sin control antes de que este segundo principal actor participara, debió encontrar muy alterada la escena del crimen. Igualmente no se sabe que hayan detenido al maltratador multiseñalado o, de no haberlo ubicado, que se les haya obsequiado una orden para su búsqueda y captura, así como la de sus compinches. Uno de los más cobardes perfectamente ubicable. Asimismo…
Me rebasa que estas condiciones de maltrato y crueldad, supuestamente documentadas desde hace dos años, hayan salido apenas a la luz. Cuánto sufrimiento se hubiera evitado a esas criaturas de haber denunciado antes, pero al parecer Yael Ruiz ya encontró en este tipo de proceder su modus vivendi, aprovechando las circunstancias a conveniencia. A propósito, hay CROQUETÓN a favor del Refugio Franciscano este sábado 30, de 9 a 18 horas, en el Parque de los Venados, CDMX.