Opinión
Dr. Mario Antonio Ramírez Barajas-"Para entender el deporte"

Socialización y actividad física

La motivación de los padres de familia

En un estudio realizado en Brasil, Texeira y Kalinowsky, aplicaron un cuestionario a 1000 padres familia para entender las motivaciones que los impulsaban a incorporar a sus hijos a alguna actividad física o deportiva, los resultados más significativos reflejaron el interés por obtener los beneficios de la socialización alcanzada, muy por encima de la idea de tener un deportista de alto rendimiento.

Esto implica su entendimiento del efecto del incremento de la responsabilidad al verse obligados a distribuir adecuadamente su tiempo, trabajar en equipo, además de incorporar el respeto a las reglas y normas propias de esta actividad.

Son muy pocos aquellos que consideran pudiera ser un factor distractor en detrimento de su rendimiento académico.

Es un instrumento favorable para el desarrollo de niños y adolescentes y una medida de prevención ante los vicios, la delincuencia y la violencia, esta idea se ha fortalecido con el resultado de una investigación pediátrica por parte de R. Washington en un texto titulado: “Deportes organizados para niños y preadolescentes”

Del poder socializador del deporte y la actividad física

Es posible enumerar algunos de sus beneficios más claros: establece la aceptación de diferentes roles y reglas sociales de acuerdo a las circunstancias, fortalece la autoestima, el sentido de solidaridad y de identidad, y es muy claro cómo los valores culturales, actitudes ante la sociedad y la conducta individual y colectiva presentes en su práctica se reflejan, como en un espejo, en las relaciones familiares y el trabajo.

Valores adquiridos con el deporte y la actividad física

Este es un tema que ha sido objeto de la atención de pedagogos, psicólogos e investigadores de campos muy diversos, a mí en lo particular me parece muy ilustrativos los descritos por Gutiérrez, quien en España publicó “Valores sociales y deporte”; los separa en dos grandes rubros, el primero valores sociales : “participación de todos, respeto a los demás, cooperación, relación social, amistad, pertenencia a un grupo, competitividad, trabajo en equipo, expresión de sentimientos, responsabilidad social, convivencia, lucha por la igualdad, compañerismo, justicia, preocupación por los demás, cohesión de grupo; el segundo, valores personales:” Habilidad (forma física y mental), creatividad, diversión, reto personal, autodisciplina, autoconocimiento, mantenimiento o mejora de la salud, logro (éxito-triunfo), recompensas, aventura y riesgo, deportividad y juego limpio (honestidad), espíritu de sacrificio, perseverancia, autodominio, reconocimiento y respeto (imagen social), participación lúdica, humildad, obediencia, autorrealización, autoexpresión, imparcialidad”.

El papel de la familia como motivadora y detonante

Con toda esta información disponible y al alcance de cualquier interesado en acceder a ella se debe entender la necesidad imperiosa de que el sistema educativo incremente las opciones y posibilidades para la práctica del deporte y la actividad física en la escuela, sin obviar el muy importante papel de la familia como motivadora y detonante de la incorporación de niños y jóvenes a una participación activa y regular.

El impacto favorable en los estados emocionales como la ansiedad y el control del estrés, respaldados por los cambios funcionales detonados por la actividad física y el deporte, en una sociedad altamente sedentaria y pegada a la pantalla de un teléfono, tableta o computadora, debería ser argumento suficiente para “obligar” a niños y jóvenes a practicar deporte y actividad física como una parte importante en su vida.