Opinión

Hacia la suficiencia en la producción de vacunas

El trabajo inicial de la vacuna anti-COVID conocida como Patria fue publicado en forma de preprint en el sitio de medRxiv en este mes (doi.org/10.1101/2022.02.08.22270676). Se trata del trabajo que informa el estudio fase 1 de esta vacuna contra SARS-CoV-2, que ha sido hecha en nuestro país, en colaboración con investigadores de la escuela Icahn de medicina del Monte Sinaí en Nueva York.

En el caso de las vacunas, las diferencias estriban en el vector que se utiliza para introducir el antígeno

En el caso de las vacunas, las diferencias estriban en el vector que se utiliza para introducir el antígeno

Se trata de un estudio abierto de fase I para estudiar la seguridad y respuesta inmunológica a la administración de la vacuna recombinante hecho con el virus de la enfermedad de Newcastle, al cual le fue añadida la secuencia de la proteína espiga del SARS-CoV-2. El estudio se llevó a cabo en 91 sujetos de 18 a 55 años que no habían sido vacunados previamente contra COVID. Fue abierto, no controlado, ni aleatorio. Los sujetos recibieron dos dosis de vacuna, separado por 21 días y fueron divididos en tres grupos y con tres dosis diferentes. Un grupo fue el que recibió la primera y segunda dosis por vía intramuscular. Los otros dos grupos recibieron la primera dosis por vía intranasal y la segunda dosis fue en un grupo por la misma vía y en el otro por vía intramuscular.

El resultado del estudio es muy bueno y prometedor. La distribución de los sujetos de estudio por edad y sexo fue similar en los tres grupos. El promedio de edad fue alrededor de 33 años y de los 91 sujetos, 44 fueron hombres y 47 mujeres. La vacuna fue muy segura. Hubo muchas reacciones adversas, pero la gran mayoría leves y locales (88 %), algunas moderadas (10.5%) y solo cinco fueron consideradas serias (0.5 %), pero con ninguna consecuencia grave. La generación de anticuerpos contra la región S1 de la proteína espiga fue observada desde la primera dosis, con incremento después del refuerzo. Los mejores resultados se observaron en los sujetos que recibieron la dosis alta por vía intramuscular en las dos ocasiones o en quienes recibieron la dosis alta por vía intranasal primero y luego intramuscular. En todos los casos de dosis alta, el nivel de anticuerpos obtenido después de la segunda dosis fue superior al promedio que se observa en pacientes convalecientes de COVID. El análisis funcional en que se determinó la habilidad de los anticuerpos del sujeto para bloquear la unión de la región RBD del virus con la enzima convertidora de angiotensina II (receptor del virus) también fue muy satisfactoria. La respuesta de inmunidad celular que se sabe que es importante para la protección, además de los anticuerpos, también fue adecuada. El ensayo clínico controlado para determinar la eficiencia supongo que debe estar corriendo en este momento, pero dada la buena respuesta en el estudio fase I, se augura éxito.

Estos resultados, junto con los anuncios recientes de que la planta de la empresa Sanofi en el Estado de México para la manufactura de las vacunas contra influenza, ya está lista y empieza operaciones y de que la planta de AstraZeneca en Toluca puede producir hasta 15 millones de vacunas por semana, auguran un buen futuro en término de la suficiencia en la producción de vacunas. Si bien la vacuna Patria llegará tarde, en el sentido de que la mayor parte de la población ya está vacunada, lo importante ahora es estar preparados para el futuro. No sabemos si se van a requerir refuerzos para COVID y cada cuando. Sabemos además que necesitamos vacunas para influenza cada año y sabemos que vendrán otras pandemias en el futuro.